Qué hacer (y no hacer) cuando hay ansiedad en niños – Psicólogo infantil Viladecans ansiedad

Qué hacer (y no hacer) cuando hay ansiedad en niños – Psicólogo infantil Viladecans ansiedad

Psicólogo Infantil Viladecans; Ansiedad ¿Qué hacer cuando están ansiosos los niños?

Psicologo infantil Viladecans. TOC en niños

¡Hola a todos! Soy Beatriz Fraga, psicóloga infantil en Viladecans, y estoy encantada de darles la bienvenida a este espacio dedicado a hablar sobre un tema muy importante: la ansiedad en los niños y qué podemos hacer al respecto.

La ansiedad en niños es un fenómeno común y complejo que puede manifestarse de diversas formas. Los niños pueden experimentar ansiedad en respuesta a situaciones nuevas, separación de figuras de apego, presiones académicas, preocupaciones sobre rendimiento o problemas familiares, entre otros factores. Es importante reconocer que cierto nivel de ansiedad es normal y puede ser adaptativo, ya que ayuda a los niños a enfrentar situaciones desafiantes y a aprender habilidades de afrontamiento.

En este artículo, quiero compartir con ustedes cuál es el mejor enfoque para ayudar a los niños a manejar su ansiedad. Es muy importante que estemos atentos para detectar posibles señales de alerta y aprender estrategias efectivas para intervenir cuando sea necesario. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son fundamentales para mejorar la calidad de vida de los niños que sufren de ansiedad.

Cómo respetar los sentimientos sin alentar los miedos. Psicólogo infantil Viladecans hablamos sobre la ansiedad en niños

Escrito por: Clark Goldstein, PhD
Experto clínico: Clark Goldstein, PhD

Ansiedad crónica en niños

Cuando los niños tienen ansiedad crónica, incluso los padres mejor intencionados pueden caer en un ciclo negativo, en el que por tratar de evitar que su hijo sufra, podrían en realidad empeorar su ansiedad. Esto sucede cuando los padres tratan de proteger a los niños de sus temores. Estos son algunos consejos para ayudar a los niños a escapar del ciclo de la ansiedad.

El objetivo no es eliminar la ansiedad, sino ayudar al niño a manejarla.

Ninguno de nosotros quiere ver infeliz a un niño, pero la mejor manera de ayudar a los niños a superar la ansiedad es no tratar de eliminar los factores estresantes que la desencadenan, sino ayudarlos a aprender a tolerar su ansiedad y funcionar lo mejor que puedan, aún cuando se sientan ansiosos. Y como resultado de esto, la ansiedad disminuirá con el tiempo. Trabajar con nuestro Psicólogo infantil en Viladecans será de gran ayuda y acompañamiento en este recorrido.

No evite cosas solamente porque le causan ansiedad a un niño

Ayudar a los niños a evitar las cosas que temen hará que se sientan mejor a corto plazo, pero a largo plazo refuerza su ansiedad. Supongamos que un niño se altera en una situación que le incomoda y comienza a llorar (no porque quiera manipular, sino porque realmente se siente así). Si sus padres lo sacan de allí o retiran lo que le causa miedo, el niño aprende ese mecanismo para enfrentar la situación y, por lo tanto, el ciclo tiene el potencial de volverse a repetir.

Exprese expectativas positivas pero realistas

No se puede prometer a un niño algo irreal. Por ejemplo, que no reprobará un examen determinado, que se divertirá patinando en hielo o que otro niño no se reirá de él cuando le toque hacer una presentación ante la clase. Pero usted le puede expresar su confianza de que estará bien y que podrá manejar la situación. Además, le puede hacer saber que a medida que enfrente ese tipo de temores, su nivel de ansiedad irá desapareciendo. Esto lo hará confiar en que sus expectativas son realistas, y que usted no le pedirá que haga algo que él no pueda manejar.

Respete sus sentimientos, pero no los fortalezca

Es importante entender que la aceptación no siempre significa estar de acuerdo. Así que, si un niño está aterrorizado por ir al doctor porque le pondrán una inyección, usted no querrá minimizar sus miedos, pero tampoco querrá amplificarlos. Usted quiere escuchar y ser empático, ayudarlo a entender por qué está ansioso y alentarlo a sentir que él puede afrontar sus miedos. El mensaje que usted quiere enviar es: “Yo sé que esto te asusta, y está bien. Pero yo estoy aquí y te voy a ayudar a superarlo”

No haga preguntas dirigidas

Aliente a su hijo a hablar sobre sus sentimientos, pero trate de no hacerle preguntas dirigidas como: “¿Estás ansioso por el examen final? ¿Te preocupa la feria de ciencias?”. Para evitar alimentar el ciclo de ansiedad, solamente haga preguntas abiertas: “¿Cómo te sientes por la feria de ciencias?”.

No refuerce los temores del niño

Usted no quiere transmitir a su hijo (a través de su tono de voz o con su lenguaje corporal) la idea de que “tal vez esto es algo a lo que deberías temer”. Digamos que su hijo tuvo una experiencia negativa con un perro. La próxima vez que esté cerca de uno, usted podría sentir ansiedad por lo que sucederá, y podría llegar a transmitir un mensaje que sin querer lo haga sentir que, de hecho, sí debería preocuparse.

Aliente a su hijo a tolerar su ansiedad

Dígale a su hijo que usted aprecia el esfuerzo que hace por tolerar la ansiedad, para así poder hacer lo que quiere o necesita hacer. Esto es alentarlo realmente a participar de la vida y dejar que la ansiedad fluya de manera natural. A esto le llamamos la “curva de habituación”: disminuirá con el tiempo, a medida que siga teniendo contacto con el factor estresante. Puede que la ansiedad no se reduzca hasta cero, o que no disminuya tan rápido como a usted le gustaría, pero es así como se superan nuestros miedos.

Trate de que el periodo de anticipación sea corto

Cuando algo nos da miedo, el tiempo más difícil es realmente antes de hacer aquello que tememos. Así que otra regla de oro para los padres es tratar de eliminar o reducir realmente ese periodo de anticipación. Si el niño está nervioso porque tiene que ir a una cita médica, será preferible no comenzar una discusión sobre eso dos horas antes de ir: esto probablemente hará que su hijo se sienta más nervioso. Solamente intente acortar ese periodo al mínimo.

Piense las cosas detenidamente con el niño

Algunas veces ayuda hablar detenidamente sobre lo que pasaría si lo que el niño teme se volviera realidad. ¿Cómo lo manejaría? Un niño que se pone ansioso por separarse de sus padres podría preocuparse por lo que pudiera suceder si no llegaran a recogerlo. Así que hay que hablar de eso: “Si tu mamá no llegara por ti a la escuela, ¿qué harías? Le diría a mi entrenador que mi mamá no está. ¿Y qué crees que haría el entrenador? Llamaría a mi mamá o se quedaría esperando conmigo”. Si un niño tiene miedo de que sus padres pudieran enviar a un extraño a recogerlo, podría acordar una palabra clave con sus padres para asegurarse de que ellos efectivamente lo enviaron. Para algunos niños tener un plan reduce la incertidumbre de manera saludable y eficaz.

Intente modelar formas sanas de manejar la ansiedad

Hay múltiples maneras en que usted puede ayudar a los niños a manejar la ansiedad, al permitirles ver cómo enfrenta la ansiedad usted mismo. Los niños son perceptivos y se darán cuenta si usted sigue quejándose en el teléfono con un amigo porque no puede manejar el estrés o la ansiedad: mejor deje que los niños lo escuchen manejar la situación con calma, tolerarla y sentirse bien de sobreponerse a ella.

Un psicólogo infantil de Viladecans responde a algunas preguntas frecuentes

¿Cuáles son las mejores formas de lidiar con la ansiedad infantil?

Una de las mejores formas de lidiar con la ansiedad en niños es ayudarlos a enfrentar sus preocupaciones, en lugar de evitar las cosas que las causan. Los padres también pueden hablar con sus hijos sobre la causa de su ansiedad y ayudarlos a hacer planes para lidiar con ella cuando se presente (como respirar profundo).

¿Cómo pueden los padres ayudar a niños menores de 10 años con la ansiedad?

Es útil que los padres hagan saber a los niños con ansiedad que van a estar bien, incluso si sienten temor. Usted no les puede prometer que nada malo sucederá, pero sí puede expresar su confianza en que serán capaces de enfrentar sus miedos y, con el tiempo, sentirse menos ansiosos

Beatriz Fraga

Psicóloga

Grado en Psicología (UOC)

Máster en Psicología Forense y Criminal (UB)

Especialista Universitario en Intervención  con víctimas de violencia de género y agresores de pareja (Universidad Europea Miguel de Cervantes)

Experiencia Laboral
  • Psicóloga en Serveis d’Atenció Terapèutica (Viladecans).
  • Psicóloga en Sentiment (Sant Vicenç dels Horts).
Formación complementaria
  • Curso «Sensibilización, prevención y herramientas contra la violencia sexual en población joven».
  • Curso «Protocolos para la prevención y abordaje del acoso sexual y por razón de sexo».
  • Curso «Violencia machista: herramientas de intervención socioeducativas».

Servicios en Serveis Atenció Terapèutica Viladecans

Depresión a diferentes edades

Depresión a diferentes edades

Psicólogo Infantil Viladecans y la Depresión a diferentes edades

Psicologo infantil Viladecans. TOC en niños
«¡Priorizando el Bienestar Juvenil en Viladecans: La Importancia Vital de la Intervención Psicológica Profesional para Combatir la Depresión en Niños y Adolescentes!»

¡Hola! Soy Lidia Fuentes, psicóloga en SAT Viladecans, y estoy aquí para acompañarte.

La depresión en niños y adolescentes es una realidad que no podemos ignorar. Como padres, cuidadores o educadores, a menudo nos encontramos navegando por aguas desconocidas cuando se trata de la salud mental de los jóvenes que amamos y cuidamos. Sin embargo, quiero transmitirte un mensaje de esperanza: la depresión en niños y adolescentes puede ser tratada con éxito si se aborda a tiempo.

Es crucial abordar la depresión en esta etapa temprana. Como psicóloga, me comprometo a trabajar mano a mano con mis jóvenes pacientes y sus familias para identificar y enfrentar este desafío. Juntos, exploramos emociones, desarrollamos estrategias de afrontamiento y construimos un entorno de apoyo que fomente el crecimiento emocional y el bienestar.

La incidencia de la depresión no discrimina por edades, pudiendo afectar a personas de cualquier rango etario. Sin embargo, su manifestación puede resultar confusa, ya que suele presentarse de manera distinta en niños, adolescentes y adultos. Específicamente, en la etapa adolescente, donde los cambios hormonales y las variaciones de humor son comunes, identificar la presencia de depresión puede volverse particularmente desafiante.

Es crucial estar atento a las señales específicas de la depresión y comprender cómo estas difieren en las distintas etapas de la vida. Este conocimiento le proporcionará una mayor preparación para reconocer si su hijo está experimentando depresión y actuar en consecuencia, buscando la ayuda necesaria en caso de ser requerida.

Sintomas de la depresión

Sentimientos persistentes de tristeza, vacío y desesperanza a lo largo del día indican la posible presencia de depresión en personas de todas las edades. Otros signos comunes incluyen la pérdida de interés en actividades que antes resultaban placenteras, cambios en los hábitos alimenticios, alteraciones en el sueño, distanciamiento de amigos y familiares, y pensamientos suicidas.

En el caso de niños y adolescentes, la irritabilidad puede ser un indicador significativo. Si su hijo muestra irritabilidad sin motivo aparente, podría ser una señal de depresión, aunque es esencial prestar atención a los cambios en su comportamiento más que a los síntomas en sí.

Depresión en niños

Detectar la depresión en niños pequeños implica observar cambios significativos en su comportamiento. Más allá de simples estados de ánimo tristes, es crucial notar comportamientos atípicos para el niño.

Si su hijo expresa frecuentemente frases como «no quiero» o «no puedo», podría ser una señal de lucha contra la depresión, especialmente si antes disfrutaba de las actividades propias de su edad.

Otro indicio de depresión son quejas físicas repentinas, como dolores de estómago y cabeza, que antes no estaban presentes. Mientras que los dolores de estómago por sí solos no indican depresión, su aparición súbita puede ser una señal de alerta.

La irritabilidad inusual sin motivo aparente, incluso en ausencia de tristeza, podría ser un signo de depresión. Sin embargo, es importante considerar el trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo, que se presenta con irritabilidad extrema y rabietas en algunos niños.

Depresión en adolescentes señales y acciones

La irritabilidad constante en los adolescentes puede ser un indicador clave de depresión, especialmente si persiste la mayor parte del día, casi todos los días. El aislamiento social también es un signo significativo; no se trata solo de quedarse en la habitación, sino de cambios notables en la interacción con amigos después de la escuela. Si observa que su hijo adolescente se aparta de sus amistades habituales, es crucial abordar la situación.

Otro aspecto a considerar es el rendimiento escolar. Si hay una brusca disminución en las calificaciones y se atribuye a la fatiga o la falta de concentración, podría ser un indicio de depresión. Las autolesiones, como cortarse, también son una manifestación preocupante, ya que los adolescentes pueden recurrir a estas conductas para distraerse de su angustia.

La mención de pensamientos suicidas requiere una atención inmediata.

Es vital tomarse en serio cualquier indicio de deseo de morir o autolesión y mantener una conversación abierta al respecto. Aunque pueda generar preocupación, hablar sobre el suicidio brinda a los adolescentes la oportunidad de expresar sus sentimientos y permite a los padres evaluar la gravedad de la situación.

El abuso de sustancias también puede ser un síntoma de depresión en adolescentes.

Es esencial comprender el propósito detrás del consumo, ya que la anhedonia, la incapacidad de experimentar placer, puede llevar a los adolescentes a buscar la diversión a través de sustancias. Identificar las razones detrás del uso de drogas o alcohol puede ser crucial para abordar la depresión subyacente en el adolescente.

Cómo pueden ayudar los padres con el tratamiento

La depresión es tratable mediante diversas opciones. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un enfoque eficaz que enseña a niños y adolescentes a identificar y desafiar patrones de pensamiento negativos. Variantes adaptadas, como la terapia dialéctico-conductual (DBT) y la psicoterapia interpersonal (IPT), son opciones disponibles.

En algunos casos, se recurre a medicamentos, como los antidepresivos, incluyendo inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) como Zoloft, Prozac y Lexapro, así como inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN) como Strattera y Cymbalta.

En el tratamiento de niños más pequeños, la participación activa de los padres es esencial. Para adolescentes, la implicación parental varía, algunos pueden seguir el tratamiento de manera autónoma, mientras que otros requieren un mayor respaldo. Si hay preocupaciones sobre tendencias suicidas, es crucial actuar de inmediato llamando a la Línea Nacional de Prevención del Suicidio 024 ya que el riesgo de suicidio en niños y adolescentes es una realidad seria. No espere para buscar ayuda.

LIDIA FUENTES PSICOLOGA EN SAT VILADECANS

Destacada profesional Licenciada en Psicología y con un Máster en Psicología Clínica y de la Salud, con especialización en neuropsicología, Lidia ha forjado una sólida trayectoria en el campo de la salud mental.

Dónde ha trabajado

Con una experiencia diversa, ha desempeñado roles clave como Neuropsicóloga en entornos hospitalarios, centros de día y residencias, brindando apoyo a aquellos que necesitan atención especializada. En la actualidad, Lidia Fuentes ejerce como Psicóloga en Serveis d’Atenció Terapèutica Viladecans, donde continúa su labor apasionada por la salud mental. Su especialización en el tratamiento de la depresión en niños, adolescentes y adultos demuestra su dedicación a abordar una amplia gama de desafíos emocionales.

¿Cuál es el mejor tratamiento para el TOC?

¿Cuál es el mejor tratamiento para el TOC?

¿Cuál es el mejor tratamiento para el TOC?

Psicologo infantil Viladecans

Alba Peñas.

Psicologo infantil Viladecans. TOC en niños

 «Entendiendo el tratamiento del Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) en Niños y Adolescentes«. PSICOLOGO INFANTIL VILADECANS.

Saludos, soy Alba Peñas, psicologo infantil Viladecans y me complace daros la bienvenida a este blog dedicado a abordar el importante tema del tratamiento del Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) en niños y adolescentes.

El TOC es un trastorno mental caracterizado por pensamientos recurrentes e intrusivos, conocidos como obsesiones, que generan ansiedad y malestar significativo en quien los experimenta. Para aliviar esta ansiedad, la persona realiza comportamientos repetitivos y ritualizados, denominados compulsiones. En el contexto de la infancia y la adolescencia, el TOC puede manifestarse de diversas formas y tener un impacto significativo en el funcionamiento diario, así como en el rendimiento académico y las relaciones sociales.

En este artículo que os presento  se habla del mejor tratamiento para el TOC en la infancia y la adolescencia. Siempre debemos estar alerta  para detectar factores de riesgo, señales de alerta y estrategias de intervención.El diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado para mejorar la calidad de vida de los jóvenes afectados por este trastorno es de vital importancia.

¿Cuál es el mejor tratamiento para el TOC?

Psicologo infantil Viladecans

La terapia de exposición y prevención de respuesta es el tratamiento por excelencia.
Escrito por: Jerry Bubrick, PhD Experto clínico: Jerry Bubrick, PhD

El tratamiento por excelencia que tenemos para el TOC y los trastornos relacionados es un tipo deterapia cognitivo-conductual llamada “exposición y prevención de respuesta”, donde esencialmente ayudamos a los niños a superar sus miedos al hacer que los enfrenten de manera directa. En general, los trastornos de ansiedad se mantienen debido a la evitación. Entonces, si alguien tiene miedo o se siente ansioso por algo, querrá evitarlo. Y evitarlo alivia temporalmente su ansiedad o evita que surja. Pero en realidad hace que la ansiedad de desarrolle y se mantenga con el tiempo.

En la terapia de exposición y prevención de respuesta, en lugar de evitar la situación (dado que eso lo hace sentir peor a largo plazo) usted aprende a enfrentar su miedo en el momento, de una manera muy estructurada y sistemática. En el proceso, los niños conTOC se dan cuenta de que se pueden acostumbrar a la ansiedad, y esto hace que desaparezca.

 

Acostumbrarse a los desencadenantes de la ansiedad

 

La terapia de exposición y prevención de respuesta (que también se conoce a veces como terapia de exposición) funciona a través de un fenómeno llamado “habituación”, en el que nuestro cuerpo básicamente se adapta a lo que sea que temía, o aquello a lo que le estaba costando adaptarse. Percibimos lo mismo con todos los sentidos. Por ejemplo, en un día caluroso, si nos lanzamos a una piscina fría, nuestro cuerpo sentirá la temperatura del agua. Pero si nos quedamos en el agua, con el tiempo, nuestro cuerpo terminará acostumbrándose. La temperatura es la misma, pero nuestro cuerpo se adaptó.

Lo mismo ocurre con la ansiedad. Cuando hacemos que los niños experimenten aquello a lo que temen, de manera progresiva y sistemática, sienten la ansiedad, pero luego aprenden a acostumbrarse. Aprenden a adaptarse y ya no les molesta.

 

¿Cómo funciona la terapia de exposición?

 

El primer paso es identificar los factores desencadenantes. Diseñamos una “jerarquía de miedos”: una serie de desafíos graduales, cada uno de los cuales es tolerable y que, en conjunto, significan un progreso significativo. En lugar de pensar en blanco y negro (no puedo tocar algo sucio), se les pide a los niños que consideren los grados de dificultad. Por ejemplo, podríamos preguntar a un niño con miedo a la contaminación: “En una escala del 1 al 10, ¿qué tan difícil sería tocar la manija de la puerta con un dedo? ¿Tocar y abrir la puerta?”. Al calificar estos miedos diferentes, los niños se dan cuenta de que algunos son menos extremos y más manejables de lo que pensaban.

A continuación, exponemos al niño al factor desencadenante en su forma más leve posible. En el caso de un niño con una obsesión por los gérmenes, se podría empezar con un desencadenante de bajo nivel, como tocar toallas limpias, e ir avanzando hacia desencadenantes más difíciles, como tomar algo del cesto de la basura. Esto les permite experimentar ansiedad y angustia sin recurrir a compulsiones, con el apoyo del terapeuta. Al enfrentarse a sus factores desencadenantes, los niños aprenden a tolerar su ansiedad y, con el tiempo, descubren que en realidad su ansiedad ha disminuido.

 

Tratamiento para el TOC grave

 

Aunque el tratamiento principal del TOC es la terapia de exposición, los niños con casos más graves a menudo son tratados también con medicación. Se puede utilizar un tipo de antidepresivos llamados ISRS, oinhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, para ayudar a reducir la ansiedad del niño. Esto puede ayudar al niño a responder mejor a la terapia. Algunos niños también podrían necesitar un tratamiento más intensivo. Las sesiones de terapia semanales o incluso quincenales pueden no ser lo suficientemente eficaces. Los programas de tratamiento intensivo del TOC permiten ver a los niños varias veces por semana, comprimiendo el tratamiento y ayudándolos a obtener más beneficios a una mayor velocidad. Estos programas pueden tener un efecto transformador en los niños que luchan contra el TOC grave, y muchas veces pueden evitar la hospitalización.

Lea una entrevista con el Dr. Bubrick para saber más sobre cómo es la terapia para niños con TOC.

 

Preguntas frecuentes ¿Cómo se trata el TOC? 

 

El TOC se trata con un tipo de terapia denominada exposición y prevención de respuesta, que ayuda a los niños a aprender a enfrentarse a sus miedos de forma sistemática y estructurada. La terapia de exposición y prevención de respuesta ayuda a los niños con TOC al identificar los desencadenantes de su ansiedad, exponerlos lentamente a esos desencadenantes y permitirles aprender que su ansiedad disminuye con el tiempo a través de la exposición.
La última revisión de este artículo se realizó el 23 de febrero de 2023.

Entrevista sobre psicología infantil y juvenil a Jana Vélez, psicóloga en Serveis Atenció Terapèutica (Viladecans)

Entrevista sobre psicología infantil y juvenil a Jana Vélez, psicóloga en Serveis Atenció Terapèutica (Viladecans)

Responde preguntas sobre TDAH, autoestima, habilidades sociales

Como psicologa infantil y juvenil en SAT viladecans con experiencia en niños y adolescentes, y teniendo un enfoque integral en la visión del TDAH, he encontrado que la combinación de diferentes enfoques terapéuticos es clave para abordar eficazmente este trastorno del neurodesarrollo y es así como lo hacemos en el SAT Viladecans. Especialisatas en psicología infantil y juvenil.

¿Cuáles son los enfoques terapéuticos más efectivos para el tratamiento del TDAH en niños y adolescentes, y cómo pueden los padres colaborar en el proceso?

Los enfoques terapéuticos más efectivos para el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en niños y adolescentes incluyen la terapia cognitivo-conductual. Igualmente en algunos casos la combinación con medicamentos y la psicoeducación son una parte fundamental. En el acompañamiento de niños/as y familias con TDA-H informo específicamente sobre el trastorno y el tratamiento. Trabajo con la familia sobre algunos mitos y creencias falsas sobre el TDAH. Oriento a la familia para que colabore y se implique en el tratamiento de su hijo/a mediante la implementación de estrategias de manejo conductual en casa, estableciendo rutinas estructuradas, proporcionando refuerzos positivos y participando activamente en la comunicación con profesionales de la salud mental.

Mi enfoque como psicóloga SAT Viladecans, es combinar terapias basadas en la evidencia con un enfoque personalizado para abordar las necesidades únicas de cada niño/a con TDAH.

En las sesiones de trabajo con niños/as con TDA-H creo estrategias prácticas para mejorar el funcionamiento diario. Ayudamos a desarrollar habilidades para manejar impulsividad, mejorar la autorregulación emocional y establecer metas. Establecemos rutinas estructuradas, usamos herramientas visuales y aprendemos técnicas de gestión del tiempo. En las sesiones de terapia a través del juego, observo y abordo patrones de comportamiento, facilitando la expresión de emociones y el desarrollo de habilidades sociales y emocionales.

¿Cómo influye la autoestima en el proceso terapéutico de niños y adolescentes?

Como psicóloga, he observado la profunda influencia que la autoestima tiene en el proceso terapéutico de niños/as y adolescentes. Una autoestima saludable es como la base sólida de una casa; cuando está fuerte, todo lo demás puede construirse sobre ella de manera más sólida. En las sesiones nos centramos en fortalecer la autoimagen, fomentar la autoaceptación y en celebrar logros ya que esto contribuye positivamente a la construcción de una autoestima sana.

Identificar los síntomas

Podemos identificar los síntomas, tanto en adultos como en niños, como una voz ronca o disfónica que se mantiene en el tiempo a lo largo de semanas y/o meses. También podemos encontrar una voz áspera, espasmódica o entrecortada. En algunas ocasiones detectamos dolor en la garganta o en el cuello, una sensación de cuerpo extraño y/o fatiga corporal y vocal.

En cualquier caso, si detectamos alguno de estos síntomas durante un periodo de tiempo extenso lo más importante es acudir a un otorrino para poder saber si la causa es orgánica o funcional y poder seguir la intervención adecuada.

¿Cuáles son las intervenciones más efectivas para fortalecer la autoestima en la infancia?

Desde el primer día, me esfuerzo por crear un ambiente de apoyo y aceptación en el que los niños/as se sientan seguros para expresar sus pensamientos y emociones sin miedo al juicio. Esto sienta las bases para trabajar en su autoestima. Juego un papel activo en identificar y reforzar las fortalezas únicas de cada niño/a. Esto no solo mejora su autoimagen, sino que también fomenta un sentido de competencia y logro. Animo siempre a los niños/as a expresar sus pensamientos y sentimientos de manera abierta y constructiva. Esto les ayuda a desarrollar una conexión más profunda consigo mismos y a comprender que sus pensamientos son valiosos.

A través de actividades, y técnicas de afrontamiento y aceptación enseño habilidades para manejar el estrés y las dificultades. Equipar a los niños/as con herramientas prácticas les da la confianza para enfrentar los desafíos y fortalece su resiliencia emocional.

A nivel metacognitivo suele ser útil la terapia cognitivo-conductual para cambiar o modificar los patrones de conducta o el sistema de creencias negativas sobre uno mismo, trabajo en este sentido con la identificación y desafío de pensamientos negativos o autocríticos. Ayudo a los niños/as a reemplazar esos pensamientos con afirmaciones más positivas y realistas, construyendo gradualmente una imagen más positiva de sí mismos/as. Celebramos en sesión cada logro, ya sea grande o pequeño. Esta práctica refuerza el valor intrínseco del esfuerzo y contribuye a un sentido de logro que alimenta la autoestima. Animamos a los niños/as a explorar y desarrollar sus intereses y pasiones ya que esto contribuye a darles un sentido de identidad y autoeficacia. Verlos comprometidos en actividades que disfrutan eleva su autoestima.

¿Qué métodos terapéuticos son más exitosos para mejorar las habilidades sociales en niños y adolescentes?

Para mejorar las habilidades sociales en niños y adolescentes es necesario partir de una buena psicoeducación sobre las necesidades sociales y personales. Desde mi perspectiva como psicóloga, creo en la eficacia de enfoques terapéuticos específicos para mejorar las habilidades sociales en niños/as y adolescentes. Aquí comparto algunos métodos terapéuticos que considero particularmente exitosos, respaldados por mi experiencia:

La terapia social cognitiva y el entrenamiento en habilidades sociales. Esta terapia se centra en identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento negativos. Para mejorar habilidades sociales. En sesión abordamos de este modo distorsiones cognitivas, mejoramos la autoimagen y enseñamos estrategias para la resolución de conflictos.

También realizo y pongo en juego el modelado de comportamiento y feedback para mejorar la comunicación interpersonal y la empatía. Así conseguimos desarrollar específicamente habilidades de comunicación efectiva, incluyendo la expresión de emociones, el lenguaje corporal adecuado y la escucha activa.

Utilizamos juegos de rol-playing, ofrecemos un espacio seguro para que los niños/as practiquen interacciones sociales.Utilizo la modelización y la práctica de roles para mejorar las habilidades de comunicación y la empatía.

Utilizo en sesión de manera habitual las historias sociales con herramientas visuales que describen situaciones sociales específicas y proporcionan pautas sobre cómo comportarse. Son especialmente útiles para niños/as en el espectro autista y aquellos con dificultades sociales.

Creo que los cuentos infantiles son una herramienta poderosa para mejorar habilidades sociales en niños/as. La narración de cuentos no solo atrae la atención de los niños/as, sino que también les brinda una forma segura y lúdica de explorar conceptos y situaciones sociales. La extracción metafórica de estos cuentos les permite comprender y aplicar lecciones de vida útiles en el día a día.

En ocasiones también utilizo juegos de mesa específicos que requieren interacción social y colaboración. Estos juegos proporcionan un contexto lúdico para practicar habilidades sociales de manera divertida y natural.

¿Cuáles son las mejores prácticas para abordar la impulsividad infantil en el contexto de la terapia?

Como psicóloga infanto-juvenil mi objetivo es ofrecer a los niños/as habilidades que les permitan navegar por el mundo de manera efectiva, desarrollando la autorregulación y minimizando la impulsividad en diferentes contextos.

En casos de impulsividad es importante, que el niño/a tenga una buena base con distintas estrategias y prácticas para poder afrontar la situación. Las mejores prácticas para abordar la impulsividad infantil incluyen técnicas de autorregulación (ayudan a los niños/as a identificar y expresar sus emociones de manera adecuada, así como brindarles herramientas para calmarse cuando sienten impulsividad), la atención plena (a través de ejercicios simples, los niños/as aprenden a centrarse en el presente, reduciendo la reactividad impulsiva) y la modificación de conducta ( el reforzamiento positivo, reconoce y premia el autocontrol. Celebrar pequeños logros y esfuerzos en la terapia motiva a los niños a aplicar estas habilidades en su vida cotidiana y afianza su autoestima y autoconsciencia.

¿Cómo se pueden aplicar estas estrategias en la vida diaria?

Trabajo con los niños/as para establecer objetivos realistas y alcanzables en relación con la impulsividad. Esto les brinda un sentido de logro y fomenta la autorreflexión en ellos/as. Como psicóloga, modelar comportamientos de autorregulación en el entorno terapéutico es esencial. Los niños aprenden observando, por lo que proporcionar ejemplos de cómo manejar situaciones impulsivas es muy poderoso y así lo hago cuando trabajo con ellos/as. Para los niños/as más peques, incorporo historias sociales que ilustran las consecuencias de la impulsividad y cómo pueden tomar decisiones más reflexivas. También integro y diseño técnicas de gestión del tiempo para que los niños/as puedan aprender a esperar y posponer la gratificación, reduciendo así la impulsividad. En las sesiones de terapia utilizo también juegos y actividades para enseñar habilidades de resolución de problemas, autoinstrucciones, y prácticas para fomentar la autoestima.

La familia es fundamental y trabajo estrechamente con ellas para implementar estrategias en la vida diaria. Recomiendo pautas específicas sobre cómo manejar la impulsividad en casa así las familias pueden aplicar ciertas estrategias mediante la regulación en las expectativas, el establecimiento de límites claros y la recompensa de comportamientos positivos, mediante la economía de fichas por ejemplo.

Jana Vélez Segura

Psicóloga

Máster General Sanitario de Psicología (Universitat CUSE).
Grado en psicología (UB).

Experiencia Laboral
  • Psicóloga en Serveis d’Atenció Terapèutica (Viladecans).

  • Psicoterapeuta en capacidades especiales en la asociación Bosc de Somnis (Sant Andreu de la Barca).

  • Psicopedagoga en Educa’t Martorell (Martorell).

Formación complementaria
  • Curso «Psicoterapia integradora para el tratamiento de la ansiedad».

Servicios en Serveis Atenció Terapèutica Viladecans

No todos los problemas de atención son TDAH

No todos los problemas de atención son TDAH

Psicologo TDA-H Viladecans. No todos los problemas de atención son TDAH

No todos los problemas de atención son TDAH

Es una suposición común, pero hay otras causas que se suelen pasar por alto con facilidad.

Expertos clínicos: Jerry Bubrick, PhD , Jamie M. Howard, PhD

 

Hola, soy Carla, psicologo TDA-H Viladecans y hoy quiero abordar un tema importante que a menudo se malinterpreta: los problemas de atención en los niños. Es común asociar automáticamente los problemas de atención con el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), pero la realidad es mucho más compleja.

Es cierto que el TDAH es uno de los trastornos más conocidos relacionados con la atención en la infancia. Sin embargo, es fundamental comprender que no todos los casos de dificultades de atención se deben al TDAH. De hecho, existen diversas razones por las cuales un niño puede experimentar dificultades para concentrarse y mantener la atención.

En primer lugar, como psicologo TDA-H Viladecans diré que és importante considerar que la atención es un proceso multifacético que puede ser influenciado por una variedad de factores, incluyendo el entorno, la salud física, las experiencias pasadas y el desarrollo cognitivo del niño. Por lo tanto, es crucial realizar una evaluación exhaustiva para identificar la causa subyacente de las dificultades de atención en cada caso.

Os dejo un artículo super interesante que hala sobre el tema.

No todos los problemas de atención son TDAH

Es una suposición común, pero hay otras causas que se suelen pasar por alto con facilidad.

Expertos clínicos: Jerry Bubrick, PhD , Jamie M. Howard, PhD

Psicologo TDA-H Viladecans

 

Los problemas de atención a menudo son identificados en primera instancia por un maestro que nota cuando un estudiante parece distraerse con más facilidad que la mayoría de los otros niños de su edad. Tal vez el niño tarde un tiempo inusualmente largo en completar el trabajo escolar en clase. Tal vez cuando el maestro le hace una pregunta, él parece no haber estado siguiendo la lección. Tal vez parezca desconectado cuando se dan instrucciones, u olvida lo que se supone que debe hacer. Quizás las tareas desaparecen con mucha frecuencia. A pesar de que todos los niños, especialmente aquellos que son muy pequeños, tienden a tener períodos de atención más cortos y se distraen con más facilidad que los adultos, algunos niños tienen muchos más problemas que otros para concentrarse y permanecer enfocados en la tarea. Debido a que la dificultad para prestar atención está ampliamente asociada con el TDAH, esta suele ser la primera sospecha de maestros, padres y médicos. Pero hay una serie de otras posibilidades que pueden estar contribuyendo a los problemas de atención. Para evitar un diagnóstico equivocado, es importante que estas otras posibilidades (que no siempre son evidentes) no pasen desapercibidas. Esta es una lista de algunos de los otros problemas que pueden hacer que un niño tenga dificultades para prestar atención en la escuela:
Un niño que parece no estar enfocado en la escuela podría tener preocupaciones crónicas de las que los maestros (e incluso los padres) no estén conscientes. Hay muchos tipos diferentes de ansiedad, pero lo que tienen en común, dice el neurólogo y exmaestro Ken Schuster, PsyD, es que la ansiedad “tiende a bloquear el cerebro”, lo que hace que la escuela sea difícil para los niños con ansiedad. Un niño con ansiedad por separación puede estar tan preocupado de que algo malo les suceda a sus padres mientras él está lejos de ellos, que no es capaz de concentrarse en el trabajo escolar. Algunos niños están extremadamente preocupados por cometer un error o por ponerse a sí mismos en una situación embarazosa. Cuando el maestro los llama en clase, puede que traten de desaparecer, señala el Dr. Shuster. “Podrían mirar hacia abajo, empezar a escribir algo aunque en realidad no estén escribiendo nada. Están tratando de romper la conexión con el maestro para evitar lo que los hace sentir ansiosos“. A veces, cuando un niño tarda un tiempo inusualmente largo en completar su trabajo en clase, no es porque esté soñando despierto, sino porque está luchando con el perfeccionismo que le exige hacer las cosas exactamente de la manera correcta. O si no entrega su tarea, es posible que no sea porque no la hizo, sino porque le preocupa que no sea lo suficientemente buena.

 

Trastorno obsesivo-compulsivo

Los niños con TOC, el cual suele comenzar en la escuela primaria, tienen una fuente adicional de distracción: no sólo tienen pensamientos obsesivos, sino que sienten que deben realizar rituales (o compulsiones) para evitar que las cosas malas sucedan. Un niño conTOC podría estar alineando compulsivamente las cosas en su escritorio o golpeteando la mesa repetidamente o contando en su mente. O podría estar enfocado en la necesidad de ir al baño para lavarse las manos.  “Un niño puede estar sentado en clase con laobsesión de tener que arreglar algo, para evitar que algo terrible suceda. Entonces el maestro lo llama”, dice el Jerry Bubrick, PhD, psicólogo clínico del Child Mind Institute que se especializa en ansiedad y TOC. “Cuando no sabe la respuesta a la pregunta, parece que no estaba prestando atención, pero en realidad es porque estaba obsesionado”.

Dado que los niños con TOC a menudo sienten vergüenza de sus síntomas, pueden hacer grandes esfuerzos para ocultar sus compulsiones mientras están en la escuela. Para un maestro que no está informado acerca del TOC, la distracción podría parecerse alTDAH, pero no lo es.

Estrés o trauma

 

Cuando los niños han sido afectados por un trauma puede que también parezca que tienen problemas para enfocarse. Los niños que han presenciado violencia u otras experiencias perturbadoras pueden tener dificultad para prestar atención y una persistente sensación de inseguridad llamada hipervigilancia. Los niños que viven estrés agudo en su hogar pueden desarrollar estos síntomas, o incluso trastorno de estrés postraumático oTEPT. “Muchos de los síntomas del TEPT se parecen al TDAH”, explica Jamie Howard, PhD, profesional clínica del Child Mind Institute que se especializa en trauma. “Los síntomas comunes deltrastorno de estrés postraumático, tales como la dificultad para concentrarse, una respuesta de sobresalto exagerada y la hipervigilancia, pueden hacer que parezca que un niño es nervioso y distraído”.

Trastornos del aprendizaje

 

Cuando un niño parece estar enfocado en cualquier parte menos en las páginas del libro que se supone que está leyendo, otra posible causa es que tenga un trastorno del aprendizaje. Los niños que tienendislexia aún sin diagnosticar pueden mostrarse inquietos por la frustración o sentirse avergonzados por no poder hacer lo que los otros niños pueden hacer, y tener la intención de ocultar ese hecho. Si un niño tiene dificultad con las matemáticas, podría apreciar las distracciones que le permiten pensar en otra cosa o lo ayudan a evitar la tarea. Los problemas con el procesamiento auditivo podrían hacer que un niño no capte algo de lo que el maestro está diciendo, incluso si está escuchando, y eso podría parecer como que no está prestando atención. Algunos niños son capaces de compensar sus discapacidades del aprendizaje esforzándose mucho, y pueden tener éxito de esta manera, hasta que lleguen a un grado escolar en el que el trabajo se vuelva demasiado difícil. “Han podido ocultar su debilidad hasta que llegan a una edad más avanzada y la carga es demasiado pesada”, señala la doctora Nancy Rappaport, profesora de la Harvard Medical School especializada en atención de la salud mental en el entorno escolar. “A menudo se les diagnostica TDAH depresión, a menos que alguien detecte el problema de aprendizaje”.

¿Es realmente TDAH? 

PSICOLOGO TDA-H VILADECANS

 

La falta de atención que está fuera del rango típico es uno de los tres síntomas claves del TDAH, junto con la impulsividad y la hiperactividad. Algunos niños muestran solamente síntomas de inatención. Pero undiagnóstico de TDAH no se debería hacer únicamente a partir de los informes del maestro o de una visita rápida al pediatra. Para hacer un diagnóstico preciso, un médico debe recopilar información de varias personas que han observado a su hijo, incluidos usted, otros cuidadores y sus maestros. Se les debe pedir tanto a los padres como a los maestros que completen una escala de calificación para tener una evaluación precisa de la frecuencia de los síntomas. El comportamiento tiene que presentarse durante un período prolongado y ocurrir en más de un escenario, tanto en casa como en la escuela, por ejemplo. Y los médicos deben descartar cuidadosamente otras posibles causas de su comportamiento.

También es importante que la capacidad de un niño para prestar atención se compare con la de otros niños de su misma edad, no con la de todos los niños en su grado escolar. Un estudio publicado en 2012 encontró que los niños más jóvenes en su clase son 30% más propensos a ser diagnosticados con TDAH que los niños mayores de la clase, y las niñas más jóvenes tienen un 70% más probabilidades de ser diagnosticadas que las niñas mayores. Esto sugiere que esa inmadurez también puede ser confundida con TDAH.

 

 

Muchos factores pueden causar falta de concentración en un niño. El TDAH suele ser el primer trastorno asociado a la falta de atención, pero no siempre es el diagnóstico correcto. Diferentes formas de ansiedad,trastorno obsesivo-compulsivo, trauma, estrés o trastornos del aprendizaje pueden ser los culpables.

¿Cómo puedo ayudar a un niño con problemas para concentrarse?

 

 

Para ayudar a un niño que tiene dificultad para concentrarse, usted puede trabajar con un profesional de la salud mental para obtener un diagnóstico preciso. Muchos desafíos diferentes pueden causar problemas para concentrarse, como TDAH, ansiedad, trauma y trastornos del aprendizaje. Obtener el diagnóstico correcto es el primer paso para que su hijo reciba el apoyo que necesita.

La última revisión de este artículo se realizó el 29 de noviembre de 2023.

Psicologo TDA-H Viladecans 

Por qué mienten los niños

Por qué mienten los niños

Psicologo infantil Viladecans

LAURA VALDERAS, Psicólogo infantil Viladecans.

SERVEIS ATENCIÓ TERAPÈUTICA.

Os presento este artículo superintersante en relación a las metiras en la infancia

Psicologo infantil Viladecans mentiras

Por qué mienten los niños y que pueden hacer los padres al respecto

Cómo ayudar a los niños a encontrar alternativas honestas para decir la verdad.

Escrito por: Beth Arky

 

Psicologo infantil Viladecans mentiras

Llámelos enredos, exageraciones o mentiras directas: no importa cómo las etiquete, el hecho es que es probable que en algún momento los niños mientan. Un niño más pequeño podría elaborar todo un cuento de cómo fue imposible que haya pateado a su hermanito, mientras que los niños más grandes podrían mentirle directamente al decir que ya hicieron su tarea.

 

Algunas veces el inicio de las mentiras es repentino e intenso, dice Matthew Rouse, PhD, psicólogo clínico del Child Mind Institute. “Es algo nuevo donde antes eran bastante honestos la mayoría de las veces, y de repente están mintiendo sobre muchas cosas” dice. Y esto, por supuesto, es alarmante para los padres. Pero, si los cuidadores pueden llegar a entender las razones por las que los niños mienten y, por lo tanto, prepararse para lidiar con este asunto, la verdad puede salir a la luz.

Por qué mienten los niños

Muchos padres piensan que los niños mienten para obtener algo que quieren, para evitar alguna consecuencia o para escaparse de algo que no quieren hacer. Estas son motivaciones comunes, pero también hay razones menos evidentes por las que los niños no dicen la verdad, o no toda la verdad.

Para probar un nuevo comportamiento

El Dr. Rouse dice que una de las razones por las que los niños mienten es porque han descubierto este comportamiento nuevo y lo quieren probar para ver qué pasa, de la misma manera en la que prueban todo tipo de nuevos comportamientos. “Ellos se preguntan: ¿Qué pasaría si miento en esta situación?”, dice. “¿Qué me puede pasar? ¿De qué me podría salir? ¿Qué podría conseguir?”.

Para reforzar su autoestima y obtener aprobación

Los niños que carecen de seguridad podrían contar mentiras elaboradas para lucir más impresionantes, especiales o talentosos, lo cual puede reforzar su autoestima y hacer que se vean mejor ante los ojos de otras personas. El Dr. Rouse recuerda una vez que estaba tratando a un niño de tercer año de middle school, quien contaba historias muy elaboradas el 80% del tiempo: “Hablaba de experiencias increíbles que ni siquiera estaban en el espectro de lo posible”. Por ejemplo, el niño podría contarle que fue a una fiesta y que en cuanto abrió la puerta, todos empezaron a echarle porras.

Para dejar de ser el foco de atención: Psicologo infantil Viladecans mentiras

Los niños con ansiedad o depresión pueden mentir sobre sus síntomas para no ser el foco de atención, dice el Dr. Rouse. O puede ser que minimicen sus problemas al decir algo como “no, no, dormí bien anoche”, porque no quieren que las personas se preocupen por ellos.

Porque hablan sin pensar

Carol Brady, PhD, psicóloga clínica, columnista de la revista ADDitude y que trabaja mucho con los niños que tienentrastorno por déficit de atención con hiperactividad TDAH, dice que es posible que mientan mucho a causa de su impulsividad. “Una de las característcas delTDAH impulsivo es hablar antes de pensar —dice— por lo que muchas veces esto conduce a las mentiras”.

A veces, estos niños pueden realmente creer que hicieron algo y contar lo que parece una mentira, añade la Dra. Brady. “A veces, ellos simplemente se olvidan de las cosas. Trato a niños que me dicen: “De verdad, Dra. Brady, yo pensé que había hecho mi tarea, en serio lo pensé. No me acordaba de que tenía que hacer otro trabajo”. Cuando esto pasa, dice, necesitan ayuda para reforzar su memoria, usando técnicas como las listas, los cronómetros, y los organizadores.

Y están también las mentiras piadosas

Nada más para complicar las cosas, hay ciertas situaciones en las que los padres pueden animar a los niños a que mientan para que no ofendan los sentimientos de alguien. Si este es el caso, estas mentiras piadosas las podemos clasificar como una herramienta social.

Qué pueden hacer los padres acerca de las mentiras.

Ambos doctores, Rouse y Brady, dicen que es importante pensar primero en la función de la mentira. “Cuando estoy evaluando a un niño, hay preguntas en nuestro documento de admisión que los padres pueden revisar para ver si su hijo miente”, dice el Dr. Rouse. “Esto es algo a lo que podría dedicar 20 minutos para profundizar. ¿Qué tipo de mentiras? ¿En qué circunstancias se dicen?”, dice que los tratamientos conductuales dependen de la función de la mentira y de la severidad del problema. “No existen reglas rígidas y rápidas”, dice: “niveles diferentes necesitan repercusiones distintas”.

Nivel 1

Cuando se trata de mentiras para llamar la atención, el Dr. Rouse dice que, en general, lo mejor es ignorarlas. En vez de regañarlos y decir “estás mintiendo, sé que eso nunca te pasó”, él sugiere un enfoque más amable, en el que los padres no necesariamente tienen que imponer una consecuencia, pero tampoco están alimentando la mentira con atención.

Esto es particularmente cierto si las mentiras provienen de una inseguridad o de una baja autoestima. “Así que si los niños están diciendo, ‘metí 10 goles hoy jugando fútbol en el recreo, y todos me cargaron y me pusieron en sus hombros y estuvo increíble’, y usted piensa que lo que dice no es verdad, yo diría que lo mejor es no hacer muchas preguntas de seguimiento”. Para este tipo de mentiras de bajo calibre que no están dañando a nadie, pero tampoco son un comportamiento bueno, ignorarlas y redirigir su comportamiento hacia algo que usted sepa que sea verdadero es lo mejor que puede hacer.

Nivel 2

Si eso no funciona, dice el Dr. Rouse, los padres pueden ser más transparentes al respecto y dar una advertencia moderada. “Ha habido situaciones en las que se trata de una mentira inflada del tipo fantástico” dice. “Les pido a los padres que las etiqueten y las llamen un cuento. Si el niño está contando una de estas historias, un padre puede gentilmente decir: “Esto me suena como un cuento fantástico. ¿Por qué no intentas decirme de nuevo lo que pasó?”. Se trata de señalar este comportamiento y animar a los niños a que intenten de nuevo.

Nivel 3

Si se trata de algo más serio, como un niño más grande que les está mintiendo acerca de dónde ha estado o si ha terminado su tarea, los padres pueden pensar en imponer una consecuencia. Los niños deberían entender claramente que va a haber repercusiones para este tipo de mentiras, para que no parezca que están viniendo de la nada. Como todas las consecuencias, el Dr. Rouse recomienda que sean a corto plazo y no exageradas, lo cual les da a los niños la oportunidad de practicar mejores comportamientos. Por ejemplo, perder el privilegio de tener un teléfono por una hora o hacerlos realizar un quehacer del hogar.

Dependiendo de la severidad de la mentira, también tendría que haber algún componente para abordar aquello por lo que estaban mintiendo. Si un niño dice que no tiene tarea durante toda la semana, y el padre se da cuenta de que tenía que hacer tarea todos los días, tiene que haber algún tipo de consecuencia por haber mentido, pero también se tiene que sentar y hacer toda su tarea. Si golpeó a otro niño y les mintió acerca de ello, debería de haber una consecuencia por la mentira y otra por la agresión. En este caso, dice el Dr. Rouse, sería bueno que usted lo pusiera a escribir una carta de disculpas al otro niño.

Maneras de ayudar a su hijo para que evite las mentiras

psicologo infantil Viladecans mentiras:

Hágales saber que la verdad reduce las consecuencias

Por ejemplo, si su adolescente ha estado bebiendo en una fiesta, los padres van a querer que sus hijos los llamen para recogerlos. Pero los hijos saben que va a haber una consecuencia por haber bebido. “Es difícil encontrar el equilibrio entre tener un diálogo honesto y establecer límites apropiados cuando sea necesario”, dice el Dr. Rouse.

En esta situación, en la que hubiera sido más fácil para ellos mentir, cuando los padres estén imponiendo la consecuencia pueden también felicitar a su hijo por haberles dicho la verdad, y hacerle saber que por eso ustedes ahora confían más en él. También podrían querer reducir la consecuencia, como decirles a los niños que en vez de quitarles su teléfono por una semana, solo se lo quitarán por un día.

El Dr. Rouse añade una cosa importante acerca de este último punto: los niños y los adolescentes no deberían estar bajo la ilusión de que las consecuencias son negociables. “A veces, su hijo le dirá: “Pero te conté la verdad”, dice. Puede que intenten manipular a los padres al decir: “Esto solo va a hacer que no les cuente la verdad nunca más””. Los padres no deberían ceder ante esto.

Utilice comprobaciones de honestidad

Digamos que una maestra le contó a los padres que su hija no hizo su tarea. La Dra. Brady sugiere que le den la oportunidad de decir la verdad a la hija. Si no lo hace a la primera, los padres le pueden decir, “voy a salir de la habitación y te voy a dar 10 minutos, y luego voy a regresar y te voy a preguntar de nuevo. Si has cambiado de opinión y me quieres ofrecer una respuesta diferente, se tratará solamente de una comprobación de honestidad y no te meterás en problemas”.

De esta manera, si la niña dio una respuesta impulsiva porque tiene miedo de las consecuencias, o porque no quiere decepcionar a sus padres, tendrá la oportunidad de reflexionar verdaderamente acerca de si quiere mentir de nuevo o decir la verdad sin meterse en problemas. La Dra. Brady dice que esta estrategia no se debería aplicar para un niño que miente de manera constante.

Utilice el método de preámbulo

Los padres pueden animar a los niños a decir la verdad al recordarles que no están esperando que ellos sean perfectos, dice la Dra. Brady. Los padres pueden decir algo como: “Te voy a preguntar algo, y es posible que me digas algo que no quisiera escuchar, pero recuerda que tu comportamiento no define quién eres. Te quiero, sea lo que sea, y a veces la gente comete errores. Así que quiero que consideres muy bien dar una respuesta honesta”. Ofrecer una oportunidad para reflexionar sobre esto podría llevar a que le digan la verdad.

Dé a los niños con TDAH más tiempo para pensar

La Dra. Brady dice que los niños con TDAH, que son más propensos a dar respuestas impulsivas que podrían resultar en mentiras, necesitan un poco más de tiempo para pensar bien lo que quieren decir antes de hablar. La impulsividad puede ser un problema tanto en la casa como en la escuela, cuando un maestro le pregunta a un niño si terminó su tarea y el niño responde que sí sin siquiera haber revisado su trabajo. Ahí es donde el niño necesita que le enseñen a detenerse y revisar su trabajo. Psicologo Infantil Viladecans Mentiras.

Lo que los padres no deberían hacer

No arrincone a su hijo

Arrinconar a su hijo puede causar que él mienta. Si los padres saben lo que pasó, la Dra. Brady recomienda hablar directamente acerca de ello y discutirlo con los hijos. En vez de preguntarle a su hijo si ha hecho su tarea o no, los padres podrían simplemente decir: “Sé que no la hiciste. Vamos a hablar de por qué eso no es una buena idea”.

No etiquete a su hijo como mentiroso

Es un error muy grave llamar a su hijo “mentiroso”, dice la Dra. Brady. El daño que hace esto es mucho más grande que lidiar con la razón por la que mintió. El niño pensará: “Mi mamá no me creerá”. Lo hace sentirse mal consigo mismo y puede desencadenar un patrón de comportamientos de mentiras.

 

Preguntas frecuentes

¿Por qué mienten los niños?

Los niños mienten por varias razones, como por ejemplo, probar un nuevo comportamiento u obtener aprobación. Los niños que carecen de confianza en sí mismos pueden decir mentiras para lucir más impresionantes ante sus compañeros. Los niños con ansiedad o depresión pueden mentir sobre cómo se sienten para que sus padres no se preocupen por ellos. Los niños con TDAH pueden mentir por impulsividad, y hablar antes de pensar.

¿Cómo pueden lidiar los padres con un niño que miente?

Para lidiar con un niño que miente, usted puede darle la oportunidad de decir la verdad, elogiarlo cuando lo haga y recordarle que no se está esperando que sea perfecto. Los padres pueden dar a los niños con TDAH más tiempo para pensar las cosas antes de hablar, ya que tienden a hablar de manera impulsiva.

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