¿Cómo decirle a un niño o niña que tiene dislexia?

¿Cómo decirle a un niño o niña que tiene dislexia?

IRENE DOMÍNGUEZ 

Logopeda

en Viladecans.

DISLEXIA VILADECANS

 

¿Cómo comunicar a tu hijo/a que tiene DISLEXIA?

 

Mi experiencia como logopeda me permite ofrecer estos consejos para padres/madres o adultos a la hora de comunicar el diagóstico de dislexia Viladecans. Cuando le hables a un niño/a sobre su dislexia, es importante hacerlo con calma, empatía y dando espacio para que haga preguntas. Aquí tienes algunas sugerenciassobre cómo abordar la conversación:

Elije un momento tranquilo y adecuado

Sé claro y utiliza palabras sencillas

Haz hincapié en que no es su culpa

Destaca sus fortalezas

Explica el apoyo que recibirá

Fomenta el diálogo abierto 

Dejo en el Blog esta publicación de CHANGE DYSLEXIA: Luz Rello desde su experiencia nos orienta sobre como comunicar a los hijos/as el hecho que tienen dislexia

 

En primer lugar, da gracias por que sea dislexia y no una dificultad más problemática. La dislexia, con trabajo y la ayuda necesaria, se supera. En los ocho años que llevo investigando —aunque no es mucho— he visto cómo pasaban por el laboratorio familias con niños pequeños y adolescentes que de verdad parecía que no iban a salir adelante y ahora están haciendo lo que querían hacer.
Lo segundo es decidir si realmente quieres o no decírselo, porque en realidad no hay nada que te obligue a hacerlo.

Para algunos/as jóvenes, es un alivio saber que tienen dislexia

Porque entonces dejan de creer que son tontos, vagos o despistados. Además, si el colegio colabora, puede que, además, sus compañeros y sus profesores lo ayuden a superarlo, estimulando sus fortalezas.

Otras personas prefieren no tener etiqueta y trabajar duro en silencio sin ni siquiera saber que se llama dislexia

Eres tú el que conoce la personalidad del niño y puedes elegir. Personalmente, no creo que sea mejor ni una cosa ni otra, porque he visto casos de éxito en ambas situaciones.

Si se prefiere no usar la palabra dislexia por no etiquetar el problema

Entonces se le pueden explicar al niño las alteraciones que tiene de lectura o escritura para que sepa en qué debe trabajar y esforzarse más. Aunque sean muy pequeños, los niños se dan cuenta de casi todo.

Si decides comunicarlo, hazlo con transparencia, usando la palabra dislexia

Hazlo también con madurez, delicadeza y sobre todo con normalidad. Comenzad por ver las diferencias como algo normal, porque al final todos somos diferentes.

Los siguientes hechos e ideas pueden servir a la hora de comunicarlo

La dislexia no tiene que ver con la inteligencia.

Esto puede que al niño le cueste entenderlo y que no lo crea. Incluso a muchos disléxicos adultos nos cuesta. Se le puede explicar que está demostrado con estudios que tienen en cuenta a miles de personas. Y que es verdad que las personas con dislexia parecen, pero solo parecen, menos inteligentes, porque la lectura y la escritura están muy asentadas en nuestra sociedad. Por ejemplo, si en vez de comunicarnos así fuera con música (como hace no tantos años, los libros eran cantados, o como todavía se hace en algunas tribus de Australia), entonces las privilegiadas serían las personas con oído absoluto.

La dislexia NO es una enfermedad.

Afecta a la lectura y a la escritura, pero no es una enfermedad, y en esto está de acuerdo toda la comunidad científica.

De hecho, la propia definición de dislexia indica que es un «trastorno específico del aprendizaje». La dislexia es una condición de la persona, por eso se acepta más la expresión «tiene dislexia», en vez de «es disléxico», que identifica a la persona por su condición.

La dislexia és más frecuente de lo que se piensa.

Es decir, su caso es especial, pero no tanto. Entre 5 y el 10 % de la población tiene dislexia.

En su clase, lo más seguro es que al menos haya otra persona con dislexia.

El esfuerzo es lo que cuenta.

Igualmente, con trabajo se puede salir adelante, incluso se puede conseguir que nadie note que tiene dislexia si es lo que quiere. Pero hace falta mucho trabajo. Porque a pesar de tener dislexia no van a regalarle nada. A lo mejor, en el colegio, consigue que lo ayuden más, pero en la vida real es más difícil. Por ejemplo, si quieres dedicarte a la música y no tienes oído absoluto, tendrás que esforzarte más que la mayoría. Igualmente, si tienes dislexia y quieres terminar los estudios que se basan en la lectura y en la escritura, deberás hacer un esfuerzo especial. Le puedes explicar que hay personas con dislexia con éxito y que, si trabaja duro, puede conseguir lo mismo.

Pregúntale si desea compartir con los demás que tiene dislexia.

La dislexia es suya y no tuya. Puede que él/ella quiera que guardes el secreto incluso en tus círculos. Los niños/as, a pesar de ser jóvenes, aprecian mucho este respeto. Ambas decisiones son respetables. Si lo quiere compartir con su clase, puede escribirles una carta o hacer una presentación en clase (véase a continuación «Carta de un niño o niña a sus compañeros»).

Déjale ver que le vas a apoyar de manera incodicional.

Dejar claro que tiene tu apoyo incondicional, como siempre, independientemente de su dislexia. La dislexia no cambia nada en casi ningún aspecto, solo en el esfuerzo extra que tendrá que realizar en la lectura y la escritura.

La dislexia puede generar una amplia variedad de emociones y estados mentales en los niños/as que la padecen.

 

Frustración: Los niños con dislexia Viladecans pueden sentir frustración debido a las dificultades persistentes que encuentran al leer, escribir y deletrear. Pueden esforzarse mucho sin ver mejoras significativas, lo que puede afectar negativamente su autoestima y motivación.

Baja autoestima: La dificultad para cumplir con las expectativas académicas y las comparaciones con sus compañeros pueden hacer que los niños se sientan menos capaces o inteligentes. Esto puede afectar su confianza en sí mismos y disminuir su autoestima.

Vergüenza y estigma: Los niños con dislexia pueden sentir vergüenza debido a las dificultades que enfrentan en la escuela y pueden ser objeto de burlas o estigmatización por parte de sus compañeros. Esto puede llevar a una sensación de aislamiento social y afectar su bienestar emocional.

Ansiedad y estrés: La dislexia puede generar ansiedad y estrés en los niños, ya que pueden temer ser evaluados, cometer errores o no poder cumplir con las expectativas académicas. Esta ansiedad puede afectar negativamente su rendimiento y su bienestar general.

Desmotivación y pérdida de interés: Las dificultades constantes asociadas con la dislexia pueden llevar a que los niños pierdan el interés por la lectura, la escritura o el aprendizaje en general. Pueden sentir que no vale la pena esforzarse si siempre van a encontrar obstáculos.

Entrevista a Rosa Ruíz Alonso, logopeda en Serveis Atenció Terapèutica

Entrevista a Rosa Ruíz Alonso, logopeda en Serveis Atenció Terapèutica

La reeducación es necesaria en niños/as cuando detectamos una dificultad en el lenguaje: pronunciación, acceso al léxico, estructura, pragmática…

Rosa Ruíz Alonso es graduada en Logopedia por la UAB. Es especialista en audición, lenguaje, neuropsicología y motricidad orofacial. Sigue metodologías actuales en sus tratamientos, en los que se aprende a través de actividades manipulativas y juegos.

¿Qué son los trastornos del lenguaje y cuáles son sus causas más comunes?

Los trastornos del lenguaje se dividen en tres tipos, podemos hablar de trastornos del lenguaje relacionados con dificultades en la comprensión, la expresión o mixto. En el trastorno del lenguaje comprensivo, observamos dificultades con la comprensión de órdenes simples o complejas, para dar respuestas a preguntas o para mantener el tema de una conversación. En el trastorno del lenguaje expresivo, observamos dificultades en el acceso al léxico, la gramática y estructura de la frase o en el uso del lenguaje. En un trastorno mixto, observamos dificultades expresivas y comprensivas, donde hay una mezcla de las dificultades descritas anteriormente.

Causas más comunes

Las causas más comunes entre los niños/as son la falta de estimulación, bajo nivel sociocultural del entorno, nacimiento prematuro, bilingüismo mal integrado y maloclusiones. También pueden ser causas las alteraciones cromosómicas, discapacidad intelectual, autismo u otros diagnósticos con afectación en el lenguaje. En adultos en algunas ocasiones las causas son por un daño cerebral adquirido que ha desarrollado dificultades en la comprensión y expresión del lenguaje.

¿Cómo se puede identificar un trastorno de la voz en adultos y niños? ¿Cuáles son sus síntomas típicos?

Los trastornos de la voz se pueden identificar por un cambio de timbre y volumen. Por lo general la paciente nota que su voz empieza a sonar diferente, en muchas ocasiones, más ronca y que en ambientes con más ruido se encuentra incómodo al mantener una conversación. En el caso de los niños, en muchas ocasiones, somos los adultos los que detectamos un cambio en la voz del peque y alertamos que este cambio se está manteniendo en el tiempo.

Identificar los síntomas

Podemos identificar los síntomas, tanto en adultos como en niños, como una voz ronca o disfónica que se mantiene en el tiempo a lo largo de semanas y/o meses. También podemos encontrar una voz áspera, espasmódica o entrecortada. En algunas ocasiones detectamos dolor en la garganta o en el cuello, una sensación de cuerpo extraño y/o fatiga corporal y vocal.

En cualquier caso, si detectamos alguno de estos síntomas durante un periodo de tiempo extenso lo más importante es acudir a un otorrino para poder saber si la causa es orgánica o funcional y poder seguir la intervención adecuada.

¿Cuáles son las estrategias efectivas para poder estimular el lenguaje en niños/as en edad preescolar?

Las mejores estrategias van de la mano de juegos, cuentos y canciones. En relación con los juegos podemos utilizar elementos manipulativos para resaltar el nombre de los objetos que utilizamos para realizar el juego, remarcando con voces de diferentes tonos esos nombres, para llamar la atención de nuestro niño/a. Podemos utilizar canciones infantiles acompañadas de un gesto para que nuestros peques trabajen la imitación y la repetición, siempre buscando que sean participativos con la canción y mantengan una atención sostenida. Finalmente podemos utilizar cuentos, con información de diferentes centros de interés, nuestra función es utilizar voces y entonaciones diferentes para remarcar las palabras importantes o que queremos añadir a su vocabulario. Además podemos hacerle partícipe de la lectura preguntando cómo se imagina el final o pidiendo que nos ayude a terminar las frases.

Por último, es importante que demos espacio y tiempo para esperar una respuesta o vocalización por parte del niño/a. Posteriormente encontremos espacios donde dejar participar al niño/a de la conversación y que pueda realizar peticiones.

¿En qué consiste la reeducación del habla?

La reeducación del habla consiste en una intervención específica para las diferentes patologías del lenguaje y que requiere de una individualización específica según el caso y el diagnóstico. Se trata de una reeducación del lenguaje mediante actividades y ejercicios para mejorar la comprensión lectora, expresión, voz o léxico. Puede ser necesaria en niños pequeños como prevención a ciertas dificultades o en adultos para mejorar su comunicación.

¿Cuando es necesaria?

La reeducación es necesaria en niños cuando detectamos una dificultad en el lenguaje (pronunciación, acceso al léxico, estructura, pragmática) en referencia a la forma, uso y contenido. En adultos también podemos encontrar dichas dificultades, aunque en muchas ocasiones son derivadas de un daño cerebral adquirido o una degeneración neurológica.

¿Cuáles son los enfoques terapéuticos más utilizados en el tratamiento de la dislalia en niños/as?

Actualmente se ha descartado que los ejercicios de praxias sean una buena opción para realizar una mejoría en el tratamiento de dislalias. Hoy en día, el tratamiento se basa en trabajar con el niño/a la discriminación auditiva del sonido con el que presenta dificultad, reforzar la conciencia fonológica y realizar actividades donde aparezca en abundancia el sonido. Realizamos actividades de discriminación de imágenes con sonidos similares, realización de frases y evocación de léxico con ese sonido y en el caso de que la lectoescritura este asumida podemos reforzar ese sonido con lecturas, frases y palabras donde aparezca el sonido o los sonidos en abundancia.

¿Cuáles son las principales patologías vocales y cuales son las opciones de tratamiento disponibles para ellas?

Mayoritariamente observamos disfonías por mal hábito fonatorio. También están muy presentes los nódulos y los pólipos en las cuerdas vocales.

Las mejores opciones de tratamiento es una rehabilitación logopédica basada en estrategias y corrección de hábitos. Pero en caso de no ser efectivo también existen intervenciones quirúrgicas que nos ayudan en el proceso.

¿Cómo se lleva a cabo la rehabilitación de la voz en niños/as con problemas vocales? ¿Cuál es su importancia?

La rehabilitación de la voz en niños/as se trata según el tipo de patología diagnosticada. Hay que empezar por diferenciar patologías funcionales y orgánicas. Las patologías funcionales se rehabilitan a través de actividades que promuevan un buen uso de la voz y mejoren sus hábitos fonatorios. Las patologías orgánicas muchas veces requieren de intervención por parte del ORL, con intervención previa y posterior logopédica, para corregir hábitos fonatorios, a más de compensar y dar estrategias para evitar hábitos lesivos.

Es importante corregir los malos hábitos fonatorios porque pueden derivar en patologías orgánicas que requieran de intervención quirúrgica.

¿Qué consejos y ejercicios simples se pueden seguir para mantener una voz sana y prevenir trastornos vocales en la vida cotidiana?

Considero de gran importancia mantener una buena hidratación, para evitar que se reseque la zona de las cuerdas vocales. También es importante mantener un tono de voz tranquilo y evitar hablar con personas a largas distancias forzando la voz. Por otro lado, es importante mantener una buena higiene bucal.

En el caso de los ejercicios, si mantenemos las pautas anteriores, no es necesario realizarlos, y si por lo contrario fueran necesarios lo ideal es consultar con un logopeda tu caso concreto para que te facilite ejercicios que te vayan bien.

Rosa Ruiz Alonso

Logopeda

Grado en Logopedia (UAB)

Experiencia Laboral
  • Logopeda en Serveis d’Atenció Terapèutica (Viladecans).
  • Logopeda del proyecto educativo SATESCOLA en el colegio Joan Bardina (Sant Boi).
  • Prácticas de intervención en la disfagia en el Hospital de Mataró (Mataró).
  • Prácticas de intervención en voz y dislalias en el Hospital Sagrat Cor (Barcelona).
Formación complementaria
  • Curso «Cura de Traqueotomías».
  • Curso «Hábitos lesivos orales».

Servicios en Serveis Atenció Terapèutica Viladecans

CONFERÈNCIA: NEURODIVERSIDAD y TDAH – SAT VILADECANS – Samuel Rodríguez Muñoz. Psicopedagogo y Psicoterapeuta.

CONFERÈNCIA: NEURODIVERSIDAD y TDAH – SAT VILADECANS – Samuel Rodríguez Muñoz. Psicopedagogo y Psicoterapeuta.

CONFERÈNCIA: NEURODIVERSIDAD y TDAH.

NEURODIVERSIDAD y TDAH – SAT VILADECANS
Samuel Rodríguez Muñoz. Psicopedagogo y Psicoterapeuta.
Vic. Federación Catalana de Asociaciones de TDA-H. TDAH-Osona.

«¿Por qué la neurodiversidad en los niños/as podría ser una ventaja en lugar de un problema?»

Importancia de comprender y aceptar la neurodiversidad como un enfoque inclusivo y valioso. NEURODIVERSIDAD y TDAH en SAT VILADECANS

Introducción:

En el mundo de la psicología infantil, se han establecido dos términos fundamentales para comprender la diversidad neurológica en los niños: la neurodiversidad y los conceptos de neurotípicos y neurodivergentes. Mientras que algunos sectores han etiquetado a ciertos trastornos neurológicos como «problemas» o «deficiencias», cada vez más se reconoce que la neurodiversidad es algo natural y valioso en sí misma. En este artículo, exploraremos cómo la neurodiversidad puede ser vista como una ventaja y cómo fomentar la aceptación y la inclusión desde una edad temprana.

Definiendo la neurodiversidad:

La neurodiversidad se refiere a la variedad de perfiles neurológicos que existen en la población humana. Reconoce que cada individuo posee una combinación única de características y habilidades cognitivas, emocionales y conductuales. Dentro de este concepto, es importante destacar que no hay una norma única para el desarrollo cerebral y que todas las diferencias neurológicas deben ser respetadas y valoradas.

Neurotípicos y neurodivergentes:

El término neurotípico se utiliza para describir a las personas cuyo desarrollo neurológico se ajusta a lo que se considera «típico» o «normal» dentro de una determinada sociedad. Por otro lado, el término neurodivergente se refiere a aquellos individuos cuyo desarrollo neurológico difiere de la norma establecida. Esto puede abarcar una amplia gama de condiciones, como el trastorno del espectro autista (TEA), el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y la dislexia, entre otros.

La neurodiversidad como ventaja:

Es común que las diferencias neurológicas sean vistas como desafíos o barreras para los niños neurodivergentes. Sin embargo, cada vez se reconoce más que estas diferencias también pueden brindar ventajas únicas. Por ejemplo, los niños/as con TEA a menudo tienen habilidades excepcionales en áreas específicas, como la memoria visual o el pensamiento lógico. Del mismo modo, los niños/as con TDAH pueden demostrar una gran creatividad y la capacidad de pensar de manera no convencional.

Promoviendo la aceptación y la inclusión:

Es fundamental que los niños/as neurodivergentes sean aceptados y valorados en la sociedad. Esto implica fomentar la inclusión en las escuelas, ofreciendo adaptaciones y apoyos que satisfagan sus necesidades individuales. Además, es esencial educar a los niños neurotípicos sobre la neurodiversidad desde una edad temprana, promoviendo la empatía, la comprensión y el respeto hacia las diferencias de los demás.

Diversidad neurológica en lugar de enfocarse únicamente en los trastornos mentales.

La neurodiversidad es una perspectiva que aboga por el reconocimiento y la valoración de la diversidad neurológica en lugar de enfocarse únicamente en los trastornos mentales. Al aplicar este enfoque al pensar en los trastornos de la infancia y la adolescencia, se pueden destacar varias ventajas:

1. Promueve la inclusión y la aceptación: Al entender que cada individuo tiene un cerebro único y diferente, se fomenta la comprensión de que todos merecen respeto y aceptación, independientemente de su funcionamiento cognitivo o neurológico. Estigmatizar a los niños por sus diferencias puede tener graves consecuencias en su autoestima y bienestar emocional.

2. Considera la diversidad como un recurso: La neurodiversidad reconoce que los diferentes estilos de pensamiento y procesamiento de información pueden aportar variedad de perspectivas y habilidades. Al considerar las fortalezas de los niños neurodivergentes, se pueden descubrir talentos únicos y potencialidades que podrían no ser evidentes en un enfoque centrado en los déficits.

3. Proporciona un enfoque más holístico y personalizado: Al pensar en la neurodiversidad, se busca comprender mejor las necesidades individuales de cada niño. En lugar de etiquetar a un niño con un diagnóstico específico, se considera su perfil neurológico y se adapta el tratamiento y la intervención de manera personalizada y sensible a sus características y habilidades únicas.

4. Integra la voz de los niños/as: La perspectiva de la neurodiversidad valora la participación y la autodeterminación de los niños. Se les permite expresar sus experiencias y preferencias, lo que fomenta un sentido de control y autonomía sobre su propio bienestar. Esto también ayuda a contrarrestar la marginación y el estigma asociados con los trastornos mentales.

5. Fomenta la investigación y la innovación: El enfoque en la neurodiversidad enriquece la investigación científica y las prácticas clínicas. Al considerar la diversidad neurológica como parte natural de la condición humana, se abren nuevas oportunidades para investigar y comprender mejor las variaciones en el desarrollo y la salud mental de los niños.

Trastornos neurodivergentes más comunes: NEURODIVERSIDAD y TDAH en SAT VILADECANS

Es importante incluir estos trastornos en la lista de neurodivergencias porque cada uno representa una variación neurológica única que afecta la forma en que las personas perciben, procesan e interactúan con el mundo. Reconocer y comprender estas diferencias ayuda a evitar etiquetas estigmatizantes y a enfocarse en apoyar y potenciar las fortalezas y habilidades que cada persona neurodivergente puede tener.

Trastorno del espectro autista (TEA):

El TEA se caracteriza por dificultades en la comunicación social, patrones de comportamiento repetitivo y restricciones en los intereses y actividades. Se incluye en esta lista debido a su diferencia neurológica en la percepción y procesamiento de la información social, así como en la forma en que se comunican e interactúan con el mundo que les rodea.

TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad):

Este trastorno se caracteriza por dificultades en la atención, la impulsividad y la hiperactividad. Se incluye en esta lista porque las personas con TDAH tienen diferencias neurobiológicas en su capacidad para regular la atención y la actividad motora, lo que puede afectar su funcionamiento diario y su bienestar.

Trastornos del aprendizaje:

(dislexia, discalculia, dispraxia, entre otros): Estos trastornos se caracterizan por dificultades específicas en el aprendizaje y el procesamiento de la información. Se incluyen en esta lista porque reflejan diferencias neurocognitivas en la forma en que las personas con estos trastornos procesan y asimilan la información, lo que puede influir en su rendimiento académico y desarrollo personal.

Trastorno por déficit de atención (TDA):

Este trastorno se caracteriza por dificultades en la atención selectiva y sostenida. Se incluye en esta lista porque implica una diferencia neurofuncional en la forma en que el cerebro procesa y maneja la atención, lo que puede impactar en el rendimiento y la organización de una persona.

Convivir con un hijo/a neurodivergente con TDA-H

Cuando una familia tiene un hijo o hija con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDA-H), puede resultar desafiante y abrumador. Sin embargo, existen varios consejos y orientaciones que pueden ayudar a la familia a manejar y  apoyar a su hijo o hija de manera efectiva. Aquí hay algunos consejos útiles:

1. Educarse sobre el TDA-H: Es fundamental comprender en qué consiste el TDA-H, sus características, desafíos y fortalezas. Esto ayudará a la familia a no solo manejar mejor las dificultades, sino también a reconocer y enfocarse en las habilidades y talentos únicos de su hijo o hija.

2. Establecer rutinas y estructura: El TDA-H se caracteriza por dificultades para mantener la atención y la organización. Establecer rutinas diariamente estructuradas y predecibles puede ayudar al niño o niña a mantenerse enfocado y a desarrollar hábitos saludables.

3. Proporcionar apoyo emocional: Los niños y niñas con TDA-H pueden enfrentar desafíos emocionales y una baja autoestima debido a las dificultades que experimentan. Es importante brindarles apoyo emocional, asegurándoles que sus dificultades no definen quiénes son y destacando sus fortalezas y logros.

4. Establecer metas claras y realistas: Ayuda al niño o niña a establecer metas claras y alcanzables, dividiéndolas en pasos más pequeños. Esto les proporcionará una sensación de logro y motivación.

5. Fomentar habilidades de organización y gestión del tiempo: Enseñar y practicar habilidades de organización y gestión del tiempo ayudará a su hijo o hija a manejar mejor su día a día y a completar tareas de manera más eficiente.

6. Comunicación efectiva y paciencia: La comunicación abierta y efectiva entre padres, hijos y profesionales es esencial. Paciencia y empatía son clave en el proceso de apoyo y comprensión mutua.

7. Buscar apoyo profesional: Asistir a terapia o buscar la ayuda de profesionales especializados en TDA-H puede ser de gran beneficio tanto para el niño o niña como para la familia.

El alumno neurodivergente

NEURODIVERSIDAD y TDAH en SAT VILADECANS

Cuando se trabaja en un entorno escolar con alumnos/as neurodivergentes, es importante tener en cuenta ciertas orientaciones para apoyar su aprendizaje y bienestar. A continuación, se presentan algunas recomendaciones para los maestros/as:

Informarse sobre el trastorno

Educarse sobre el trastorno específico con el que lidian los alumnos, como el trastorno del espectro autista (TEA), el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDA-H), entre otros, puede ayudar a comprender mejor sus necesidades y desafíos.

Adaptar las estrategias

Ajustar las estrategias de enseñanza y el material didáctico para que sean más inclusivos y accesibles para los alumnos neurodivergentes. Esto puede incluir el uso de medios visuales, estructurar el entorno y las rutinas, así como proporcionar apoyos visuales claros.

Proporcionar apoyo emocional

Los alumnos neurodivergentes pueden experimentar dificultades emocionales debido a las demandas académicas y sociales. Es importante brindar un ambiente seguro y de apoyo, y fomentar una comunicación abierta para que los alumnos se sientan escuchados y comprendidos.

Fomentar la comunicación y la participación

Estimular la participación activa de los alumnos neurodivergentes en el aula, promoviendo un ambiente inclusivo en el que se sientan cómodos y seguros para expresarse. Fomentar la comunicación efectiva entre el maestro y el alumno, así como entre los compañeros de clase.

Colaborar con los profesionales de apoyo

Trabajar en conjunto con otros profesionales, como psicólogos, terapeutas ocupacionales o logopedas, para desarrollar estrategias y planes de apoyo individualizados para cada alumno neurodivergente. Compartir información y mantener una comunicación abierta y constante es fundamental.

Fomentar la conciencia y el respeto mutuo

Promover la empatía y la comprensión entre los alumnos, fomentando la sensibilidad hacia las diferencias individuales y la diversidad neurológica. Organizar actividades educativas sobre la neurodiversidad puede ayudar a crear un ambiente inclusivo y de respeto.

Evaluación basada en fortalezas

En lugar de centrarse únicamente en las dificultades, es importante evaluar y valorar las fortalezas y habilidades de los alumnos neurodivergentes. Poner énfasis en sus talentos y ofrecer oportunidades para que se destaquen en áreas en las que se sientan cómodos y motivados.

Cada alumno es único, por lo que es fundamental adaptar las estrategias de acuerdo con sus necesidades individuales. La colaboración entre los maestros, la familia y los profesionales de apoyo juega un papel clave en el éxito académico y emocional del alumno con NEURODIVERSIDAD y TDAH.

CONCLUSIONES:

Pensar en los trastornos desde la perspectiva de la  neurodiversidad nos permite apreciar y valorar la diversidad neurológica en los niños. Esto no solo promueve la inclusión y la aceptación, sino que también proporciona un enfoque más personalizado y holístico, fomenta la participación y la autodeterminación de los niños y fomenta la investigación y la innovación en el campo de la salud mental infantil.

La neurodiversidad en los niños/as no debe ser vista como un problema, sino como una valiosa manifestación de la diversidad humana. Al entender y aceptar las diferencias neurológicas, podemos fomentar un entorno inclusivo que permita a todos los niñ@s desarrollar sus habilidades y talentos únicos. Educar a las nuevas generaciones sobre neurodiversidad es vital para construir un futuro en el que todos puedan florecer y contribuir plenamente a la sociedad.

Comprender y aceptar la neurodiversidad es fundamental para fomentar un enfoque inclusivo y valioso en nuestra sociedad.

En lugar de centrarnos únicamente en los estándares de «normalidad» preestablecidos, la neurodiversidad reconoce y valora la diversidad de las experiencias y el funcionamiento neurológico de las personas.

Al abrazar y aceptar la neurodiversidad, adquirimos una comprensión más profunda de la riqueza y variedad de las formas en que las personas piensan, sienten y experimentan el mundo.

Esto nos permite promover prácticas educativas, laborales y sociales más inclusivas, donde se respetan y se satisfacen las necesidades y potencialidades de todas las personas, independientemente de su neurodiferencia.

Además, al adoptar el enfoque de la neurodiversidad, fomentamos la equidad y la justicia social al desafiar los estigmas y prejuicios asociados a los trastornos mentales y neurológicos. Esto permite que las personas neurodivergentes sean vistas en su totalidad y se les brinde el apoyo necesario para desarrollar todo su potencial y contribuir positivamente a la sociedad.

En última instancia, comprender y aceptar la neurodiversidad nos ofrece la oportunidad de crear una sociedad más inclusiva, empática y diversa, en la que todas las personas sean valoradas y tengan igualdad de oportunidades para crecer, aprender y prosperar.

NEURODIVERSIDAD y TDAH en SAT VILADECANS

Entrevista a María Jesús Tomás sobre Crecimiento Personal

Entrevista a María Jesús Tomás sobre Crecimiento Personal

Crecimiento Personal

Entrevista a María Jesús Tomás, Terapias alternativas en Viladecans – Terapeuta familiar especialista en crecimiento personal www.masquemedicos.com

El Crecimiento Personal son un conjunto de recursos, herramientas y coordenadas de vida que nos ayudan a ser más conscientes de quiénes somos y hacia dónde vamos.

¿Cuándo descubres el Crecimiento Personal?

Yo descubro el Crecimiento Personal a través de un proceso de duelo. Mi madre murió con 40 años de un cáncer de mama que derivó en metástasis en la cabeza. Yo tenía 22 años, la mayor de cinco hijas, las pequeñas tenían 11 y 12 años. Con un padre dedicado todo el día a trabajar. En su momento me hice la fuerte pero a los dos años comencé a enfermar y caí en picado hacia una ansiedad y depresión. En esos momentos busqué ayuda farmacológica y cuando los síntomas iban remitiendo, me formé en muchos cursos de Crecimiento Personal, necesitaba entender lo que me estaba pasando. Necesitaba re colocar emociones. También comencé a hacer yoga y aprender a respirar de forma consciente, esas tres cosas me “salvaron” la vida.

Los pacientes que vienen a consulta descubren el Crecimiento Personal a través del dolor cuando se les presentan problemas y no saben gestionarlos.

Algunos/as ya vienen por la vía del sufrimiento, cuando realmente, han enfermado. Debemos hacer cambios sociales para que las personas puedan llegar a terapia sólo por el hecho de aprender y mejorar, esa vía sería la del conocimiento, en mi larga trayectoria profesional pocos pacientes han llegado por esa vía.

¿Cómo lo definirías?

Pues siendo más filosófica lo definiría como Medicina del alma. Son un conjunto de recursos, herramientas y coordenadas de vida que nos ayudan a ser más conscientes de quiénes somos y hacia dónde vamos, es trabajar para una Vida Plena y tener una vida saludable en todas las áreas. Tener una Vida Plena es tener una actitud equilibrada constante y ser capaz de relativizar. Es saber estar en el Presente.

¿Qué relación existe entre nuestro cuerpo y el nivel emocional?

El cuerpo físico y la parte emocional de una persona siempre están conectados. Si no sabemos gestionar las emociones, somatizamos en la parte física. El cuerpo físico siempre nos da pequeñas “señales” o “alarmas” de que algo no está funcionando bien. A veces, debido al ritmo frenético de la vida diaria, restamos importancia al lenguaje del cuerpo, y finalmente, se convierten en síntomas. De ahí la ansiedad, depresión y otras enfermedades más físicas, un ictus, un paro cardíaco, etc.

Cuando interiorizas las coordenadas del Crecimiento Personal podrás sentir dolor en algunas situaciones que la vida te va presentando, pero nunca sufrimiento. El sufrimiento ENFERMA.

¿Cuál es la importancia del crecimiento personal en la vida de una persona y cómo puede ayudar a alcanzar el éxito y la satisfacción personal?

Primeramente entendamos el concepto éxito porque en esta sociedad el éxito está mal entendido. El éxito en el Crecimiento Personal está vinculado a los logros, logros que vienen de decisiones conscientes y que te representan. Desde ahí podemos hablar de éxito.

El Crecimiento Personal te cambia la vida. “Ya no puedes hacer que no sabes”. Yo explico a mis pacientes que el Crecimiento Personal es como poner unos buenos cimientos para construir una casa, la casa metafóricamente es nuestra vida. Si viniera un vendaval podría rompernos una ventana, pero sin crecimiento personal, se llevaría el tejado. Las consecuencias no son las mismas. Los cimientos nos dan estabilidad, seguridad y con mucho más proceso nos dan Paz Interior.

¿Cómo se puede mantener la motivación y el compromiso a lo largo del tiempo en el proceso de Crecimiento Personal?

Creo que hay dos cosas importantes para mantener la motivación y el compromiso. Por un lado, cada paciente, tiene un plan de trabajo a elaborar, yo los llamo “bloques o pilares”. Una vez que has visto al paciente dos o tres veces en sesión y ya comienzas a ver sus necesidades, le expones lo que te gustaría trabajar con él. Los bloques o pilares tienen un título y conceptos a desarrollar. Cada concepto es una herramienta nueva que te llevas a tu mochila invisible. Primero el concepto lo entiendes a nivel mental, yo lo explico en pizarra, también tengo una parte docente muy desarrollada, y después lo interiorizas y lo llevas a tu vida. Cada vez que interiorizas un concepto es cómo si subieras un escalón a nivel de conciencia. Te vuelves una persona más observadora, más despierta, más sabia. Eres capaz de relativizar, de sentirte más tranquilo/a a nivel interno y eso el paciente lo siente y lo verbaliza. También muchas veces las personas que tiene alrededor le comentan que está diferente.

Y por otro lado, cuando los pacientes llevan proceso se dan cuenta de situaciones que les pasan a otras personas y de cómo ellas lo gestionan. Si tienen más nivel de conciencia la resolución es lo más saludable posible. Si el nivel de conciencia es más bajo porque les faltan recursos o herramientas, la resolución es tóxica. Los pacientes se sienten reflejados en estas personas, porque ellos antes resolvían de esa manera.

Cuando el paciente observa esas situaciones lo debe hacer desde la humildad, sin juzgar y respetando el nivel de conciencia y aprendizaje de cada uno/a.

El sentirse mejor a nivel interno y saber gestionar sus emociones les hace motivarse y recomiendan a otros/as comenzar proceso.

¿Qué consejos darías a las personas que desean buscar la orientación de un profesional en Crecimiento Personal y cómo pueden beneficiarse de esta asesoría?

El consejo es que comiencen un proceso lo antes posible. La visión de vida te cambia. Comienzas a respetarte, a ser más coherente con lo que piensas, sientes y deseas, mejoras las relaciones y los demás reciben cada día la mejor versión de uno mismo/a. Nos convertimos en mejores personas, en mejores profesionales, en mejores ciudadanos/as.
Se deberían animar al Cambio, a la Transformación porque les va a traer muchísimos beneficios.
Estaré encantada de recibirles, de cuidar sus procesos.

María Jesús Tomás Zamudio

Terapeuta Familiar Sistémica/Asesora en Violencia de género/Técnica en adicciones tecnológicas/Educadora Social/Docente

Máster en Terapia Familiar Sistémica.
Diplomatura en Educación social.
Formación con Carmen Boó en la Ética del Cuidado, Técnicas de Mediación de Conflictos, Autoestima,Introducción a la Gestalt y otros cursos de Crecimiento Personal.
Mediación Juvenil por la Diputación de Barcelona y el Consell Comarcal.
Formación en Violencia de Género.
Formación inicial en Constelaciones familiares.
Curso experto en adicciones tecnológicas.
Asesora en violencia de género.

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Trastorno de Conducta en niños y adolescentes: ¿Ignorarlas o enfrentarlas?

Trastorno de Conducta en niños y adolescentes: ¿Ignorarlas o enfrentarlas?

Trastorno de Conducta en niños y adolescentes: «¡Conductas disruptivas en la infancia y adolescencia: ¿Ignorarlas o enfrentarlas?»

Samuel Rodríguez Muñoz
Psicopedagogo Clínico-Psicoterapeuta
No. Col 837

En el tumultuoso mundo del desarrollo psicológico de la infancia y la adolescencia, existe un trastorno que genera gran preocupación tanto en el ámbito escolar como en el hogar: Trastorno de Conducta en niños y adolescentes. En este artículo, exploraremos en profundidad este trastorno, sus características, consejos para el ámbito escolar, orientaciones para la familia, indicadores de riesgo y las emociones que surgen al convivir con jóvenes afectados por este trastorno.

Tengo la certeza de que las conductas disruptivas en la infancia y adolescencia deben ser enfrentadas y no ignoradas.

Es un tema de vital importancia en la crianza y educación de los jóvenes. Ignorar o minimizar estas conductas puede tener consecuencias negativas tanto para los individuos/as como para la sociedad en general.

En primer lugar, las conductas disruptivas pueden ser señales de que algo no está bien en la vida de los/as jóvenes. Pueden ser manifestaciones de frustración, estrés, problemas emocionales o dificultades en la comunicación. Por mi experiencia en clínica infanto-juvenil ignorar estas conductas solo perpetúa el problema, impidiendo que los/as jóvenes encuentren soluciones adecuadas y saludables.

En segundo lugar, las conductas disruptivas siempre afectan significativamente la convivencia en el entorno familiar, escolar y social. Generan conflictos, tensiones y hacer que otros miembros de la comunidad se sientan incómodos o inseguros.

Enfrentar estas conductas de manera adecuada puede ayudar a establecer límites claros, fomentar el respeto mutuo y promover una convivencia saludable.

Enfrentar las conductas disruptivas brinda la oportunidad de brindar apoyo y orientación a los niños/as, adolescentes y familias. Al abordar estos comportamientos de manera constructiva, se les enseña habilidades sociales, emocionales y de resolución de problemas que les serán útiles a lo largo de su vida.

También se les brinda la oportunidad de reflexionar sobre sus acciones y comprender las consecuencias de las mismas.

Por otro lado, ignorar las conductas disruptivas puede enviar un mensaje equivocado a los/as jóvenes. Pueden interpretar que sus acciones no tienen repercusiones o que no se les toma en serio. Esto puede llevar a un aumento de dichas conductas y al desarrollo de problemas aún más graves en el futuro.

CARACTERIZACIÓN DE LOS TRASTORNOS DE LA CONDUCTA

El Trastorno de Conducta en la Infancia y la Adolescencia se caracteriza por un patrón persistente de comportamientos desafiantes, agresivos y antisociales. Estos comportamientos pueden manifestarse en distintos contextos, como en la escuela, en casa o en la comunidad.

Características del Trastorno de Conducta:

  • Agresividad física o verbal hacia otras personas o animales.
  • Desobediencia persistente a figuras de autoridad.
  • Engaño y falta de remordimiento ante comportamientos incorrectos.
  • Violación de las normas sociales y legales.
  • Baja tolerancia a la frustración y dificultades para controlar el temperamento.
  • Falta de empatía hacia los demás.

Indicadores de riesgo del Trastorno de Conducta:

  • Actos de violencia o agresión hacia personas o animales.
  • Ausencia de empatía y remordimiento.
  • Comportamientos conflictivos persistentes.
  • Rechazo o falta de habilidades sociales adecuadas.
  • Rechazo o falta de cumplimiento de las normas sociales y legales.

Trastorno de la conducta y funciones cognitivas

Desde un enfoque neuropsicológico, el Trastorno de Conducta en la Infancia y Adolescencia (TC) se entiende como una condición que resulta de la interacción compleja entre factores ambientales, genéticos y neurológicos. Se ha demostrado que hay disfunciones en diversas áreas cerebrales que contribuyen a la manifestación de este trastorno y pueden explicar ciertos comportamientos problemáticos.

En el Trastorno de Conducta en la Infancia y Adolescencia (TC), existe una evidencia creciente de que algunas funciones cognitivas están alteradas en comparación con el desarrollo típico. Estas alteraciones pueden influir en la manifestación y el mantenimiento de los comportamientos desafiantes y disruptivos.

Una de las funciones cognitivas más destacadas en el TC es la inhibición de
respuestas impulsivas.

Los individuos con este trastorno pueden tener dificultades para controlar sus impulsos, lo que se manifiesta en comportamientos impulsivos, agresivos o disruptivos. Esta falta de inhibición puede estar relacionada con un funcionamiento alterado en áreas del cerebro involucradas en la regulación del control inhibitorio, como la corteza prefrontal y el sistema de recompensa.

Además, se ha observado que los individuos/as con TC pueden presentar
dificultades en la flexibilidad cognitiva. Esto se refiere a la capacidad de adaptarse a situaciones nuevas, cambiar de estrategias y ajustar el comportamiento según la demanda del contexto. La inflexibilidad cognitiva puede dificultar la adaptación a las normas sociales y el manejo de situaciones conflictivas.

Otra función cognitiva afectada en el TC es la teoría de la mente, que se refiere a la capacidad de comprender y atribuir estados mentales a uno mismo y a los demás.

Los individuos con TC pueden tener dificultades para ponerse en el lugar de los otros, comprender las intenciones y perspectivas de los demás, y anticipar las consecuencias de sus acciones en las relaciones sociales.

Es importante señalar que estas alteraciones cognitivas no son determinantes del TC y no se presentan en todos los casos. Sin embargo, comprender cómo funcionan estas funciones cognitivas alteradas puede ayudar a diseñar estrategias de intervención más efectivas, que se enfoquen tanto en modificar los comportamientos desafiantes como en potenciar el desarrollo de habilidades cognitivas y emocionales.

EL PELIGRO DE NO TRATAR

El peligro de no tratar a tiempo el Trastorno de Conducta en la Infancia y
Adolescencia (TC) es un tema de gran importancia y relevancia. Como hemos visto este trastorno se caracteriza por patrones persistentes de comportamientos desafiantes, agresivos y violaciones de normas sociales, lo que puede tener consecuencias negativas en la vida del niño o adolescente y en su entorno. Si no se aborda de manera adecuada, el TC puede tener un impacto significativo en diversas áreas:

1. Funcionamiento académico

Los problemas de conducta pueden distraer al estudiante y dificultar su capacidad para concentrarse y aprender. Como resultado, su rendimiento académico puede verse afectado, lo que puede tener consecuencias a largo plazo en su éxito educativo.

2. Relaciones interpersonales:

Los comportamientos disruptivos del niño o adolescente pueden generar conflictos con sus pares, familiares y docentes. Esto puede dificultar la construcción de relaciones saludables y el desarrollo de habilidades sociales adecuadas, lo que lleva a un mayor aislamiento y dificultad en el establecimiento de relaciones significativas.

3. Riesgo de conductas antisociales:

Se ha encontrado una fuerte correlación entre el TC y conductas antisociales en la adultez, como el consumo de sustancias, delincuencia y problemas legales. Sin una intervención temprana y adecuada, existe un riesgo mayor de que estos comportamientos persistan y se intensifiquen a lo largo de la vida.

El Trastorno de Conducta en niños y adolescentes requiere una intervención temprana y efectiva para prevenir consecuencias.

ORIENTACIONES Y CONSEJOS PARA CONVIVIR/TRATAR EL TRASTORNO DE CONDUCTA EN NIÑOS Y ADOLESCENTES

El peligro de no tratar a tiempo el Trastorno de Conducta en la Infancia y
Adolescencia (TC) es un tema de gran importancia y relevancia. Como hemos visto este trastorno se caracteriza por patrones persistentes de comportamientos desafiantes, agresivos y violaciones de normas sociales, lo que puede tener consecuencias negativas en la vida del niño o adolescente y en su entorno. Si no se aborda de manera adecuada, el TC puede tener un impacto significativo en diversas áreas:

Contexto familiar:
  • Establecer una comunicación abierta y sincera con el niño o adolescente. Es crucial mantener una comunicación abierta y honesta con el niño o adolescente, fomentando un entorno donde se sienta seguro para expresar sus emociones y preocupaciones.
  • Implementar rutinas y horarios regulares para promover un ambiente estructurado en casa.
  • Establecer límites claros y coherentes, sin recurrir a la violencia física o verbal. Es importante establecer límites y normas familiares coherentes, garantizando consecuencias adecuadas y consistentes para comportamientos inapropiados, así como reforzando y premiando los comportamientos positivos.
  • Buscar apoyo en grupos de ayuda y profesionales de la salud mental.
    Para la familia. El apoyo de profesionales, como psicólogos o terapeutas especializados en el TC, puede proporcionar estrategias y técnicas eficaces para manejar los desafíos específicos del trastorno y brindar apoyo emocional tanto al niño o adolescente como a la familia.
Contexto escolar:
  • Detección temprana: Si se observan señales de comportamientos disruptivos persistentes, es importante que los profesores estén capacitados para identificar y reportar estos casos a los profesionales competentes.
  • Apoyo educativo individualizado: Los/as alumnos/as con TC pueden beneficiarse de un plan de intervención individualizado que aborde sus necesidades específicas, estableciendo metas realistas y adaptando estrategias de enseñanza.
  • Promoción de habilidades socioemocionales: Proporcionar oportunidades de aprendizaje para el desarrollo de habilidades socioemocionales, como la regulación emocional, la empatía y la resolución de conflictos, puede ayudar al/la alumno/a con TC a mejorar sus relaciones interpersonales y reducir comportamientos disruptivos.
  • Implementar un entorno estructurado y predecible. Establecer límites claros y consecuencias definidas para las conductas inapropiadas.
  • Fomentar el refuerzo positivo y reconocimiento por comportamientos adecuados.
  • Trabajar en colaboración con el equipo de profesionales (psicólogos, orientadores, etc.) para diseñar estrategias de intervención.

Contextos de intervención en caso de trastorno de Conducta en niños y adolescentes de intensidad severa-grave

Si el trastorno de la conducta es severo y presenta un riesgo para el joven o para los demás, es posible que se considere el internamiento en un entorno más estructurado y supervisado, como un hospital o un centro de tratamiento residencial. Estas instituciones brindan un ambiente seguro y controlado, donde se implementa una combinación de terapia individual, grupal y familiar, así como actividades educativas y recreativas. Existen diferentes modalidades según gravedad del caso. Unidades de estancia media con pernocta en casa (Hospitales de día, Unidades médico-educativas…). Centros terapéutico-rurales con pernocta incluida. Unidades de crisis para adolescentes (UCA), etc..

Además del internamiento, existen otros recursos educativos terapéuticos ambulatorios para el tratamiento del trastorno de la conducta, como:
1. Terapia individual:

Un psicólogo o terapeuta trabaja individualmente con el joven para
abordar los problemas de conducta específicos, explorar las causas subyacentes y desarrollar estrategias de manejo y control de la conducta.

2. Terapia familiar:

En esta modalidad, el enfoque está en mejorar la comunicación y la dinámica familiar, involucrando a los miembros de la familia en el proceso terapéutico. Se trabajan las relaciones y se proporcionan herramientas para manejar de forma más efectiva los conflictos y las conductas disruptivas.

3. Terapia grupal:

Participar en grupos terapéuticos permite al joven interactuar con otros que enfrentan desafíos similares. En estos grupos se fomenta la expresión de sentimientos, se comparten experiencias y se aprenden habilidades sociales y de resolución de problemas.

4. Programas de habilidades sociales:

Estos programas se enfocan en enseñar al joven cómo comunicarse y relacionarse de manera adecuada con los demás, desarrollando habilidades sociales, empatía y control de impulsos.

RESUMEN: Trastorno de Conducta en niños y adolescentes

En resumen, el Trastorno de Conducta en la Infancia y Adolescencia (TC) es un trastorno que se caracteriza por patrones persistentes de comportamientos desafiantes, agresivos y violaciones de las normas sociales.

Desde un enfoque neuropsicológico, se ha encontrado evidencia de alteraciones en algunas funciones cognitivas en comparación con el desarrollo típico.

Es fundamental abordar y tratar el TDCIA de manera oportuna. El peligro de no hacerlo radica en las consecuencias negativas que puede tener en la vida del individuo y en su entorno.

Sin el tratamiento adecuado, estos comportamientos problemáticos pueden intensificarse y llevar a problemas más graves en el futuro, como delincuencia, trastornos mentales y dificultades en el funcionamiento social y académico.

El tratamiento del TDCIA puede incluir una combinación de intervenciones psicoterapéuticas y/o farmacológicas, adaptadas a las necesidades individuales.

Es esencial abordar el problema desde múltiples ámbitos, como el escolar y el familiar. La detección temprana y el tratamiento adecuado ofrecen diversos beneficios.

Ayudan a mejorar el funcionamiento cognitivo, emocional y social del individuo, promoviendo su bienestar general y calidad de vida. Además, facilitan una mejor integración en el entorno escolar y familiar, mejorando la relación con sus pares y su desempeño académico.

RESUMEN: Trastorno de Conducta en niños y adolescentes con SAT Viladecans

En conclusión, el Trastorno de Conducta en la Infancia y Adolescencia es un
trastorno complejo que requiere atención y tratamiento adecuado. No tratarlo a tiempo conlleva riesgos significativos para el individuo y su entorno.

Por lo tanto, es crucial que las familias, educadores y profesionales de la salud trabajen juntos en la detección temprana, evaluación precisa y aplicación de intervenciones efectivas para abordar este trastorno y mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen.

La certeza de que las conductas disruptivas en la infancia y adolescencia deben ser enfrentadas y no ignoradas es fundamental para promover el bienestar y el desarrollo saludable de los/as niños/as y adolescentes.

Abordar estas conductas de manera adecuada no solo ayuda a resolver los problemas en el presente, sino que también brinda a los/las jóvenes las herramientas necesarias para enfrentar desafíos futuros y convertirse en adultos responsables y respetuosos.

Profesionales en Viladecnas con recorrido y amplia experiencia en dispositivos socioeducativos y de atención a la salud mental del/la adolescente y su familia.

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Trastornos afectivos en niños y adolescentes

Trastornos afectivos en niños y adolescentes

«Emociones en llamas: desvelando la realidad de los trastornos afectivos en niños y adolescentes»

Cuando niños/as y adolescentes hablan de su malestar en llamas: Trastornos afectivos en niños y adolescentes

«No puedo dejar de sentirme triste todo el tiempo, aunque no tenga motivo aparente. Siento que nadie me entiende, ni siquiera mis amigos o mi familia. A veces me siento tan agotado/a que no tengo energía para hacer nada. Me siento vacío/a por dentro, como si no tuviera emociones. Mis pensamientos negativos siempre me ganan, no puedo controlarlos.
Nunca me siento lo suficientemente bueno/a, siempre siento que soy un fracaso. No puedo concentrarme en nada, mi mente está constantemente dispersa. Me cuesta mucho dormir, tengo problemas para conciliar el sueño o me despierto durante la noche. No tengo interés en hacer las cosas que solía disfrutar, todo me parece aburrido. Siento que soy una carga para los demás, que no merezco ser amado/a”.

1.- Trastornos afectivos en la infancia y la adolescencia:

Los trastornos afectivos en la infancia y la adolescencia pueden ser una experiencia abrumadora tanto para los afectados como para sus familias y entorno educativo. Estas condiciones, que afectan profundamente el estado de ánimo y las emociones de los niños/as y adolescentes, merecen una atención especial debido a su impacto significativo en el desarrollo emocional, la convivencia familiar y el rendimiento académico.

2.- Prevalencia de los trastornos afectivos en niños y adolescentes:

Los trastornos afectivos, como la depresión y el trastorno bipolar, son afecciones comunes en la infancia y la adolescencia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que aproximadamente el 5% de los niños y adolescentes en todo el mundo son afectados por la depresión, mientras que el trastorno bipolar afecta alrededor del 2% de esta población (OMS, 2017). Estas cifras alarmantes nos llevan a comprender la importancia de abordar estos trastornos de manera temprana y efectiva.

3.- Algunos de los principales trastornos afectivos que pueden presentarse en la
infancia y la adolescencia:

3.1. Trastorno depresivo:

Se caracteriza por una persistente sensación de tristeza, pérdida de interés en actividades que antes eran placenteras, cambios en el apetito y el sueño, baja energía y problemas de concentración.

3.2. Trastorno bipolar:

Implica episodios recurrentes de cambios extremos de humor, desde períodos de euforia y alta energía (fase maníaca) hasta períodos de abatimiento y tristeza profunda (fase depresiva). Estos cambios de humor pueden afectar significativamente el funcionamiento diario de la persona.

3.3. Trastorno de ansiedad:

Puede manifestarse como ansiedad generalizada, fobias específicas, trastorno de pánico, trastorno de estrés postraumático u otros trastornos relacionados con la ansiedad. Los síntomas pueden incluir una preocupación constante, miedo intenso, ataques de pánico, pesadillas y evitación de situaciones temidas.

3.4. Trastorno de estrés postraumático:

Puede desarrollarse después de una experiencia traumática, como un accidente grave, abuso sexual, violencia o desastres naturales. Los síntomas incluyen recuerdos o pesadillas recurrentes del evento traumático, evitación de situaciones que lo recuerden, irritabilidad, dificultades para dormir y cambios en la conducta.

3.5. Trastorno de conducta:

Se caracteriza por un patrón persistente de comportamientos agresivos, violación de los derechos de los demás y violación de normas sociales. Los niños o adolescentes con este trastorno pueden mostrar conductas como peleas físicas, crueldad hacia personas o animales, robos y vandalismo.

3.6.- Desorden dismórfico premenstrual.

Esto incluye síntomas depresivos, irritabilidad y tensión antes de la menstruación.

3.7.- Trastorno afectivo inducido por drogas.

Síntomas de depresión que se deben a los efectos de medicamentos u otras formas de tratamiento, al abuso de drogas o a la exposición a toxinas.

4.- Trastornos afectivos. Emoción y funcionamiento neurocognitivo

La relación entre los trastornos afectivos y los neurotransmisores es un tema de estudio en constante evolución en la psicología y la neurociencia. Se ha sugerido que los desequilibrios en ciertos neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina, pueden estar asociados con la aparición de trastornos del estado de ánimo. Estas sustancias químicas en el cerebro juegan un papel importante en la regulación del estado de ánimo y las emociones.
Es importante tener en cuenta que los trastornos afectivos son multifactoriales y no se deben únicamente a desequilibrios neuroquímicos. Factores genéticos, ambientales y psicosociales también desempeñan un papel importante en su desarrollo.

5.- Señales de riesgo de los trastornos afectivos en niños y adolescentes:

Identificar las señales de riesgo de los trastornos afectivos en niños y adolescentes es fundamental para intervenir tempranamente y brindarles la ayuda necesaria. A continuación, presentaré algunas señales comunes que podrían indicar la presencia de estos trastornos:

5.1. Cambios abruptos en el estado de ánimo:

Los niños y adolescentes con trastornos afectivos pueden experimentar fluctuaciones extremas en sus emociones, pasando de la euforia a la tristeza sin una razón aparente.

5.3. Aislamiento social:

El niño o adolescente puede alejarse del grupo de amigos, evitar interacciones sociales o mostrar falta de interés en actividades que antes disfrutaba. El aislamiento social puede ser un síntoma de tristeza o depresión.

5.4. Cambios en el rendimiento académico:

Un trastorno afectivo puede afectar el rendimiento escolar. Puede haber una disminución brusca del rendimiento académico, falta de concentración, dificultades para completar tareas o falta de interés en el aprendizaje.

5.5. Problemas de sueño:

Los trastornos afectivos pueden afectar el sueño de los niños y adolescentes. Pueden experimentar dificultades para conciliar el sueño, despertares nocturnos frecuentes o insomnio.

5.6. Cambios en el apetito:

Los trastornos afectivos pueden influir en los patrones alimentarios. Pueden aparecer cambios significativos, como disminución o aumento del apetito, cambios repentinos en el peso corporal o obsesión por la apariencia física.

6.- Modalidades de crianza y estilos educativos parentales potenciadores de los
trastornos afectivos en la infancia y la adolescencia:

Existen diversas modalidades de crianza que, en determinadas circunstancias, pueden contribuir a la aparición de trastornos afectivos en niños y adolescentes. Aunque es importante recordar que cada caso es único y puede haber múltiples factores influyentes, a continuación se presentan algunas modalidades de crianza que podrían aumentar el riesgo de estos trastornos:

6.1. Ambiente familiar desfavorable:

Un entorno familiar poco estable o caótico, con altos niveles de conflicto, abuso o negligencia, puede impactar negativamente en el desarrollo emocional de los niños. La falta de apoyo emocional y afectivo dentro del hogar puede generar inseguridad, ansiedad y depresión en los menores.

6.2. Estilo parental autoritario excesivo:

Un estilo de crianza caracterizado por un control excesivo, falta de comunicación y poca flexibilidad puede dar lugar a la represión de las emociones en los niños. Esto puede dificultar su capacidad de expresar y regular sus propios sentimientos, lo cual es esencial para un desarrollo emocional saludable.

6.3. Falta de apego seguro:

La falta de una relación de apego seguro entre los padres y los hijos puede tener consecuencias negativas en el desarrollo emocional de los niños. Un apego seguro proporciona una base sólida para explorar el mundo, desarrollar habilidades sociales y regular las emociones. Si los niños no experimentan ese vínculo seguro, pueden desarrollar problemas emocionales y dificultades en el manejo de las relaciones.

6.4. Exceso de sobreprotección:

Aunque un nivel adecuado de protección es importante, un exceso de sobreprotección por parte de los padres puede impedir que los niños desarrollen habilidades de autonomía y autorregulación emocional. Esto podría hacerlos más vulnerables a trastornos afectivos como la ansiedad y la depresión.

Es importante destacar que estas modalidades de crianza no siempre conducen a trastornos afectivos, ya que cada individuo y contexto es único. Sin embargo, su presencia puede aumentar las probabilidades de su aparición. Además, es fundamental recordar que el abordaje de los trastornos afectivos va más allá de la crianza, y es necesaria una intervención profesional integral que tenga en cuenta tanto los factores ambientales como los biológicos y psicológicos.

7.- Impacto en la convivencia familiar:

Cuando los papás y mamás hablan con las emociones en llamas al ver a su hijo/a:

«Nos sentimos impotentes porque no sabemos qué hacer para ayudarlo/a a sentirse mejor. Notamos que tiene cambios bruscos de humor y eso afecta todo el ambiente familiar. Nos cuestionamos si estamos haciendo algo mal como padres y si podríamos haber prevenido esto. Sentimos que hemos perdido la conexión emocional con nuestro hijo/a, y eso nos entristece mucho. No sabemos cómo ayudar a nuestro hijo/a. Nos preocupa que esté aislándose cada vez más de la familia y los amigos. Nos preocupa mucho la tristeza constante que muestra nuestro hijo/a. No entendemos por qué tiene tan pocas ganas de hacer cosas que antes le gustaban. Nos sentimos frustrados porque no sabemos cómo
ayudarlo/a a superar sus altibajos emocionales. A veces no sabemos cómo lidiar con sus cambios de humor y estalla”.

Los trastornos afectivos en la infancia y la adolescencia no solo afectan al individuo que los padece, sino que también ejercen una influencia significativa en la dinámica y la estabilidad de la convivencia familiar.

El afectado puede experimentar cambios en su comportamiento, como irritabilidad, aislamiento social y falta de interés en actividades previamente disfrutadas. Estos cambios pueden generar tensiones y conflictos en las relaciones familiares, así como desafíos para los padres al tratar de comprender y manejar las intensas emociones y la fluctuación del estado de ánimo de sus hijos/as.

8.- Impacto en el entorno escolar:

La presencia de trastornos afectivos en niños y adolescentes también tiene un impacto importante en el entorno educativo. Estos trastornos pueden afectar la concentración, el rendimiento académico y la interacción social de los estudiantes. Los jóvenes afectados pueden presentar dificultades para participar activamente en el aula, ausentarse con frecuencia o incluso experimentar dificultades relacionadas con el estrés y la presión académica. Esto puede llevar a una disminución en el logro educativo y una sensación general de desmotivación en el entorno escolar.

9.- Orientaciones para trabajar en la familia con hijos/as afectados por trastornos
afectivos en la infancia y la adolescencia.

  • Educa e infórmate: Busca información sobre el trastorno afectivo específico que afecta a tu hijo/a. Cuanto más comprendas, mejor podrás ayudarle.
  • Fomenta la comunicación abierta: Crea un entorno seguro y acogedor donde tu hijo/a se sienta cómodo/a compartiendo sus sentimientos y preocupaciones contigo.
  • Sé empático/a: Intenta ponerte en el lugar de tu hijo/a y comprender los desafíos y dificultades que enfrenta en su día a día.
  • Practica la escucha activa: Presta atención plena a lo que tu hijo/a te dice, intentando comprender sus emociones y necesidades sin juzgar.
  • Fomenta un entorno positivo: Celebra los logros y fortalezas de tu hijo/a, y hazle saber que estás orgulloso/a de él/ella.
  • Busca apoyo: No dudes en buscar ayuda de profesionales de la salud mental, como psicólogos o terapeutas, que puedan brindar orientación y tratamiento adecuado.
  • Cuida de ti mismo/a: Para poder brindar el mejor apoyo a tu hijo/a, es importante que tú también cuides de tu bienestar emocional y físico.
  • Sé paciente y comprensivo/a: Los trastornos afectivos pueden llevar tiempo en resolverse y requerirán paciencia y perseverancia de tu parte, así como comprensión hacia tu hijo/a.

10.- Orientaciones generales para ayudar a los maestros cuando tienen niños/as o
adolescentes en su aula afectados por trastornos afectivos en la infancia y la
adolescencia:

Educa sobre los trastornos afectivos:

Asegúrate de comprender los diferentes trastornos afectivos en la infancia y la adolescencia, como el trastorno depresivo, trastorno bipolar, ansiedad, entre otros. Aprende sobre los síntomas, el tratamiento y cómo afectan a la vida del estudiante.

Comunícate con los padres o tutores:

Mantén una comunicación abierta y constante con los padres o tutores del estudiante para saber cómo está afectando el trastorno a su desempeño académico y qué estrategias de apoyo han funcionado en el pasado.

Establece una rutina estructurada:

Los estudiantes con trastornos afectivos a menudo se benefician de una rutina diaria estructurada y predecible. Establece horarios y expectativas claras para ayudarles a sentirse seguros y estables en el entorno escolar.

Proporciona un entorno de apoyo:

Crea un ambiente de aula seguro y acogedor donde los estudiantes se sientan cómodos expresando sus emociones. Fomenta la empatía y el respeto entre los estudiantes para promover la inclusión social.

Adaptaciones académicas:

Haz las adaptaciones necesarias en el ámbito académico para permitir que el estudiante con trastorno afectivo pueda tener éxito. Esto puede incluir instrucción individualizada, tiempo extendido para realizar tareas o evaluaciones, y retroalimentación regular.

Fomenta la autorregulación emocional:

Enseña estrategias de autorregulación emocional, como técnicas de respiración profunda, ejercicios de relajación y habilidades de comunicación asertiva. Estas habilidades pueden ayudar a los estudiantes a manejar mejor sus emociones y minimizar los episodios de crisis.

Colabora con profesionales de la salud mental:

Trabaja en estrecha colaboración con los profesionales de la salud mental que atienden al estudiante. Comparte información relevante sobre su progreso académico y emocional, y sigue las recomendaciones de los especialistas para brindar un apoyo integral y coherente.

Colabora con profesionales de la salud mental:

Trabaja en estrecha colaboración con los profesionales de la salud mental que atienden al estudiante. Comparte información relevante sobre su progreso académico y emocional, y sigue las recomendaciones de los especialistas para brindar un apoyo integral y coherente.

Promueve la participación de los padres en la educación:

Invita a los padres o tutores a participar en reuniones periódicas para discutir el progreso del estudiante y colaborar en la implementación de estrategias de apoyo tanto en el hogar como en la escuela.

Sensibiliza a los compañeros de clase:

Realiza actividades de sensibilización en el aula para ayudar a los compañeros de clase a comprender mejor los trastornos afectivos y a ser más compasivos y solidarios con sus compañeros.

Sé un modelo de apoyo:

Muestra empatía y comprensión hacia el estudiante afectado por un trastorno afectivo. Sé un modelo de apoyo, fomentando un ambiente inclusivo y libre de estigma en tu aula.

Conclusión:

Los trastornos afectivos en la infancia y la adolescencia son un desafío que merece una atención adecuada. La prevalencia de estos trastornos y su impacto en la convivencia familiar y el entorno escolar subrayan la importancia de brindar una evaluación temprana y un tratamiento adecuado. La conciencia pública y el apoyo de profesionales de la salud mental son fundamentales para abordar estas condiciones de manera efectiva y promover el bienestar emocional de los niños y adolescentes afectados.Como hemos visto los trastornos afectivos en la infancia y adolescencia representan una realidad preocupante que puede afectar de manera significativa la vida familiar y el desempeño académico. La
comprensión de su prevalencia, definición y características es fundamental para abordar y prevenir estos trastornos. La identificación de elementos de riesgo y una mirada crítica hacia la sociedad actual nos ayudarán a comprender mejor su origen. Es importante que las familias y las escuelas trabajen de la mano, implementando recomendaciones y buscando intervenciones terapéuticas adecuadas para promover una salud emocional óptima en niños
y adolescentes. Juntos, podemos enfrentar esta tormenta emocional y brindar un entorno favorable para un desarrollo saludable.

Profesionales en Viladecnas con recorrido y amplia experiencia en dispositivos socioeducativos y de atención a la salud mental del/la adolescente y su familia.

Referencias:
– Organización Mundial de la Salud (2017). Depresión en niños y adolescentes. Recuperado de https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail
– American Psychological Association. (2017). Depressive Disorders. Recuperado de: www.apa.org/topics/depressive-disorders/index
– National Institute of Mental Health. (2021). Child and Adolescent Mental Health.
Recuperado de: www.nimh.nih.gov/health/topics/child-and-adolescent-mental-health
– Bowlby, J. (1982). Attachment and Loss: Retrospect and Prospect. American Journal of Orthopsychiatry, 52(4), 664-678.
– McLeod, S. (2008). Baumrind’s Parenting Styles. Simply Psychology. Recuperado de https://www.simplypsychology.org/baumrind.html
– National Institute of Mental Health. (2019). Childhood and Adolescent Depression. Recuperado de https://www.nimh.nih.gov/health/topics/depression/index.shtml

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