Soy EDITH CARO GARCÍA psicólogo en Viladecans. SERVEIS ATENCIÓ TERAPEUTICA. Artículo TDA-H Viladecans

El verano, con sus días largos y soleados, es sinónimo de libertad, diversión y descanso para muchos niños. Sin embargo, para aquellos que viven con el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), esta temporada puede presentar desafíos únicos. La falta de la estructura habitual que proporciona el entorno escolar, junto con el cambio constante de actividades y rutinas, puede convertir lo que debería ser un tiempo de disfrute en una fuente de estrés y caos tanto para los niños como para sus familias.

El TDAH es un trastorno neurobiológico que afecta a un porcentaje significativo de la población infantil, caracterizado por dificultades para mantener la atención, hiperactividad e impulsividad. Durante el año escolar, estos niños suelen beneficiarse de una rutina establecida y predecible que les ayuda a manejar sus síntomas. Sin embargo, cuando llega el verano, las cosas cambian drásticamente. La transición de una rutina estructurada a un horario más flexible puede desestabilizar a los niños con TDAH, provocando un aumento en los comportamientos impulsivos y una mayor dificultad para concentrarse.

Para los padres, el verano puede ser un período de incertidumbre y preocupación adicional. Mantener a los niños con TDAH ocupados y seguros, mientras se les permite disfrutar de las vacaciones, puede parecer una tarea abrumadora. La clave para transformar estos meses en un tiempo de crecimiento y diversión radica en encontrar un equilibrio adecuado entre la flexibilidad y la estructura. Es esencial proporcionar un ambiente que permita a los niños relajarse y divertirse, al mismo tiempo que se implementan estrategias y actividades que ayuden a manejar los síntomas del TDAH.

A lo largo de este artículo Rae, ofrece una serie de sugerencias prácticas para ayudar a los niños con TDAH a disfrutar de sus vacaciones de verano de manera segura y relajante. Abordaremos desde la creación de rutinas diarias flexibles hasta la selección de actividades adecuadas, pasando por técnicas de manejo del comportamiento y consejos para que los padres también encuentren momentos de descanso y disfrute. El objetivo que persigue el autor es proporcionar herramientas que permitan a toda la familia disfrutar plenamente de esta temporada, transformando los posibles desafíos en oportunidades para fortalecer los vínculos y fomentar el bienestar.

En resumen, el verano no tiene por qué ser una época de caos para los niños con TDAH y sus familias. Con un enfoque consciente y algunas estrategias bien planificadas, es posible convertir estos meses en un período memorable lleno de experiencias positivas y enriquecedoras.

Kit de éxito de verano para niños con TDAH

Se acabó la escuela, pero los niños aún necesitan estructura y apoyo para prosperar durante las vacaciones

Escritor: Rae Jacobson

Experto clínico: Mandi Silverman, PsyD, MBA

No abandones el horario

Cuando terminan las clases y sube la temperatura, puede resultar tentador alterar el horario y conformarse con un verano tranquilo. “Pero es importante mantener cierta estructura”, dice la Dra. Mandi Silverman, psicóloga clínica. Crear (y cumplir) un horario de verano hará que sea más fácil para los niños mantenerse organizados, les ayudará a gestionar las transiciones sin desmoronarse y hará que sea menos difícil volver a una buena rutina cuando llegue el momento de volver a la escuela.

• Los campamentos diurnos o para dormir son una forma de mantener ocupados a los niños, pero las clases de verano y los equipos deportivos también son una excelente manera de mantener cierta estructura en los días de verano. Las bibliotecas, centros comunitarios y parques locales suelen ofrecer actividades gratuitas.
• Elija una hora para acostarse y una hora para despertarse y sea constante. Un horario de sueño regular ayudará a los niños a relajarse al final del día y hará que las mañanas sean menos apresuradas.
• Coma a horas regulares, incluso si va a hacer un picnic. Horarios de comida constantes (y refrigerios saludables) evitarán el ataque de hambre y ayudarán a que incluso los días más perezosos se sientan más estructurados.
• Si está considerando darle a un niño que toma medicamentos para el TDAH un descanso durante el verano, tómese un tiempo para sopesar los pros y los contras. Tenga en cuenta que el TDAH afecta más que el rendimiento escolar; Seguir las reglas en los deportes y llevarse bien con otros niños en el campamento diurno también es importante.
• «Mantenga un horario semiestructurado para las actividades familiares: cine los lunes, parque los martes, etc.», dice el Dr. Silverman. De esta manera, toda la familia sabrá lo que se avecina y cuándo sucederá, lo que facilita la administración del tiempo y las transiciones menos estresantes .

Establecer objetivos de verano

Aproveche al máximo las vacaciones ayudando a su hijo a establecer algunas metas específicas para el verano y ofreciéndole aliento y recompensas por los pasos hacia la meta. Algunas ideas para grandes objetivos de verano podrían ser:

• Trabajando habilidades para las que no tienen tiempo durante el año escolar: andar en bicicleta sin ruedas de apoyo, aprender a tocar una canción completa en la guitarra o leer todos los libros de Wimpy Kid.
• Problemas de comportamiento en los que han estado trabajando: seguir instrucciones la primera vez que se les pregunta , no interrumpir a las personas cuando hablan o poner sus zapatos en el mismo lugar todos los días.

Los niños con TDAH a menudo tienen dificultades para retrasar la gratificación, por lo que una gran recompensa al final del verano podría no ser el mejor incentivo. En su lugar, ofrezca pequeños incentivos para el progreso a corto plazo, como ir a tomar un helado al final de la semana o una hora extra de tiempo frente a la pantalla. Luego, puedes planear un gran regalo para el final del verano, como un viaje al parque de diversiones como recompensa por seguir haciéndolo.

«Recuerde, no importa qué objetivo elijan, el logro no se trata de ser perfecto, sino de trabajar duro», explica el Dr. Silverman. «Así que asegúrese de elogiar a su hijo por mostrar esfuerzo, y no centrarse sólo en el resultado final».

No hay sorpresas

El verano es un buen momento para que los niños con TDAH prueben cosas nuevas (clases de natación, ir de campamento, viajes a la playa), lo que sea. Pero nuevas experiencias significan nuevos estímulos y nuevas reglas sin mucho tiempo para adaptarse. No importa lo que esté en la agenda, preparar a su hijo de antemano le ayudará a pasar un rato mejor y más seguro.

• Para ayudar a los niños a prepararse para nuevas actividades, el Dr. Silverman sugiere sentarse juntos y hablar sobre cómo será el día de su hijo. Por ejemplo, si tu hijo está empezando a tomar clases de natación, podrías decirle: “Mañana por la mañana te dejaré en la piscina. Cuando llegues allí, irás al vestuario y te pondrás el traje de baño. Después de eso tu maestra vendrá a buscarte y te llevará a la piscina”. Ayudarlos a visualizar el día facilitará las transiciones, reducirá la ansiedad y les dará la oportunidad de hacerle cualquier pregunta que pueda tener.
• Preste especial atención a las transiciones potencialmente difíciles y haga un plan sobre cómo las manejarán: “No tendrás mucho tiempo entre la práctica de fútbol y que la mamá de Mark te recoja para ir al cine. Es importante que salgamos de la práctica de fútbol (¡con todo tu equipo!) tan pronto como termine, para que puedas tomar un refrigerio sin prisas”.
• Repase las reglas, especialmente las que su hijo tal vez no esté acostumbrado a escuchar, y las reglas que existen para mantenerlo seguro. Saber de antemano qué se espera de ellos ayudará a asimilar las nuevas reglas. De esa manera, si no prestan atención cuando otros padres, consejeros o entrenadores las repasan, igual sabrán qué hacer. Por ejemplo: “Es muy importante recordar que no puedes subir al barco antes que tu consejero. Si se volcara, podrías lastimarte”.
• Informe a los adultos a cargo en qué áreas su hijo podría necesitar un poco de ayuda adicional y cómo maneja el comportamiento problemático en casa. De esa manera ellos también estarán preparados.

Dobles y recordatorios

Los niños con TDAH pueden ser propensos a perder cosas, especialmente artículos que no están acostumbrados a llevar, como bloqueador solar, repelente de insectos o una toalla. Evite desastres empacando copias de seguridad de artículos importantes.

Si va a la playa con un amigo, mete dos tubos de bloqueador solar y un sombrero en su bolso de playa; Para viajes más largos, como vacaciones familiares, lleve en el equipaje artículos que pueden ser fáciles de dejar o extraviar al trasladarse de un hotel a otro, como trajes de baño, cepillos de dientes y gafas de sol.

Desafortunadamente, cuando los niños están solos, no importará cuántas copias de seguridad tengan si se olvidan de usarlas. Algunas formas de ayudarlos a recordar:

• Háblelo antes de irse y vincule la acción con la experiencia: «Está bien, entonces acordemos que cada vez que salgas del agua te pondrás protector solar».
• Recordatorios telefónicos preestablecidos. Asegúrese de que repitan y de que el volumen sea lo suficientemente alto como para que se escuche por encima de los ruidos exteriores.
• Solicite la ayuda de adultos en el lugar, pero asegúrese de que su hijo no se sienta excluido. Por ejemplo, “A veces mi hija se olvida de ponerse repelente de insectos; apuesto a que no es la única. ¿Les recordaría a todos los niños que vuelvan a presentar su solicitud durante la caminata?

Deja que tu hijo tome la iniciativa

Por último, recuerde que para los niños con TDAH, la escuela puede ser una fuente importante de estrés y presión. Las vacaciones de verano deben ser activas, pero también deben ser un momento en el que su hijo pueda relajarse y participar en actividades que lo hagan sentir competente y feliz. Por supuesto, esto no significa que esté bien que su hijo se siente en el sofá jugando videojuegos las 24 horas del día, los 7 días de la semana, pero sí significa que debería poder participar realmente en sus planes de verano.

• Por ejemplo: inscribes a tu hijo en el equipo de baloncesto local, pero después de la primera práctica admite que en realidad lo odia. Podrías decir: “Me alegra que me lo hayas contado. Quiero que tengas un verano divertido. Si no quieres jugar baloncesto, ¿puedes pensar en una actividad que te gustaría hacer en su lugar?
• Si a su hijo no le interesan los sospechosos habituales, sugiera algunas opciones no tradicionales. Hay muchas maneras excelentes de hacer ejercicio: esgrima, clases de baile hip-hop e incluso quidditch en vivo.
• Si su hijo todavía prefiere las actividades en el interior, el Dr. Silverman recomienda probar lo que se llama una estrategia de “Si, entonces”: “Si sales y juegas con tu hermano durante una hora, entonces puedes entrar y jugar videojuegos hasta la hora de cenar. «
• Anime a los niños a hacer sugerencias para actividades familiares y solicite su opinión cuando esté planificando sus vacaciones.

Darle a su hijo oportunidades de triunfar (y relajarse) ayudará a que todos tengan un mejor descanso y les ayudará a desarrollar su autoestima y aprender habilidades que podrán llevar consigo cuando llegue el momento de regresar a la escuela .