PSICÓLOGO VILADECANS: CÓMO AFRONTAR UNA RELACIÓN DE PAREJA CON HIJOS AJENOS
«Cuando el amor viene con mochila: Cómo afrontar una relación de pareja con hijos ajenos»

.¡Hola! Soy Mariola López, psicóloga sanitaria en el centro Serveis Atenció Terapèutica de Viladecans, donde acompaño a personas en procesos individuales, de pareja, familiares y de relación pareja hijos ajenos.
Me gradué en Psicología por la UOC y obtuve el Máster en Psicología General Sanitaria en la Universidad Europea. También cuento con formación específica en Terapia de Pareja (AEPSIS), entre otros campos.
En el ejercicio clínico, me he encontrado con frecuencia con una situación muy concreta: personas que inician una relación de pareja con hijos ajenos. Es una realidad cada vez más común y, sin embargo, aún poco abordada desde una perspectiva emocional profunda. Por eso, hoy quiero hablarte de este tipo de vínculo, que aunque viene acompañado de retos, también puede convertirse en una gran oportunidad de crecimiento afectivo y personal.
Entender el punto de partida: la mochila emocional
Al comenzar una relación de pareja con hijos ajenos, debemos entender que no se trata solo de conectar con una persona, sino con un universo que ya existía antes de nuestra llegada. Esta persona probablemente ha tenido una relación larga, ha atravesado una separación o divorcio, y mantiene un vínculo permanente con sus hijos e hijas.
Esto implica que existen rutinas, lazos afectivos y compromisos que no desaparecen con el inicio de una nueva historia. A veces, desde la ilusión del nuevo amor, puede aparecer el deseo de “empezar desde cero”, pero en este tipo de relación eso no es posible ni deseable. Aceptar que nuestra pareja tiene una vida que no nos pertenece por completo es un acto de madurez emocional.
Como psicóloga, he acompañado a muchas personas que sentían frustración o incluso celos por no ser el centro exclusivo del universo emocional de su pareja. Entender que el amor no es excluyente y que el cariño hacia los hijos no disminuye el que se siente hacia la nueva pareja, es un paso clave para poder avanzar.
¿Qué lugar ocupo yo? El delicado equilibrio del rol
Uno de los temas más delicados en la relación de pareja con hijos ajenos es el rol que ocupa la nueva pareja. No se trata de sustituir a nadie, pero tampoco de mantenerse al margen de todo lo que tiene que ver con los hijos. Muchas veces, ese lugar no está claro ni para la propia persona, ni para su pareja, ni para los niños o adolescentes.
¿Debo actuar como figura educativa? ¿Puedo establecer normas? ¿Es mejor que me mantenga en segundo plano? Estas preguntas suelen aparecer pronto y generan dudas e inseguridades. En consulta trabajamos sobre cómo definir un lugar que sea legítimo, que respete el vínculo biológico, pero que también permita crear una relación propia y genuina con los hijos e hijas de nuestra pareja.
Mi recomendación siempre es la misma: todo debe basarse en el diálogo y en acuerdos explícitos. Es muy dañino para la relación que cada persona actúe desde suposiciones o expectativas no habladas. El “sentido común” no siempre es compartido, y lo que para una persona es respeto, para otra puede parecer desinterés.
La figura de la expareja: aprender a convivir con su presencia
En las relaciones de pareja con hijos ajenos, la expareja de tu compañero o compañera suele seguir teniendo un lugar visible. Por lo general, hay contacto frecuente por temas de crianza, decisiones escolares, actividades o emergencias. Esta presencia puede generar incomodidad, inseguridad o temor.
Es fundamental recordar que una separación no implica la desvinculación emocional total, al menos en lo que respecta a la crianza. Aprender a convivir con esta realidad es parte del proceso de adaptación. No se trata de competir ni de ocupar un lugar que no nos corresponde, sino de encontrar nuestra posición con seguridad y sin miedo.
En algunas ocasiones, este tipo de vínculo puede estar cargado de conflictos no resueltos o incluso interferencias. En esos casos, es importante que la pareja actual actúe como un equipo y se establezcan límites claros con respeto, firmeza y coherencia.
Celos, dudas, inseguridades: lo que no se dice, se acumula
Es habitual que en estos escenarios aparezcan emociones difíciles como los celos, la comparación con la ex pareja, o la sensación de estar en segundo plano frente a los hijos. Estas emociones no deben juzgarse, sino comprenderse.
Muchas personas que atiendo en consulta me confiesan que se sienten culpables por no tolerar bien ciertas situaciones, o por no sentir un amor espontáneo hacia los hijos de su pareja. Lo que trabajamos juntas o juntos es justamente dar espacio a esas emociones, sin reprimirlas ni dramatizarlas. Las emociones no son el problema; el problema es no saber gestionarlas.
Cultivar la confianza, establecer espacios para el diálogo emocional y validar nuestras necesidades es esencial para mantener el equilibrio. No por tener hijos en medio de la relación debemos silenciar lo que sentimos por miedo a parecer egoístas.
El proceso de los hijos: tiempo, respeto y mucha paciencia
Muchas veces me preguntan: “¿Cuánto tiempo tardarán los hijos en aceptarme?” La verdad es que no hay una respuesta única. Algunas relaciones fluyen rápidamente, y otras tardan años en encontrar un equilibrio.
El vínculo con los hijos ajenos no puede forzarse. No siempre será fácil, y en algunos casos es probable que haya resistencia, indiferencia o rechazo. Es importante no tomárselo como algo personal. Los niños y adolescentes suelen vivir estos cambios como pérdidas, traiciones o amenazas, especialmente si todavía tienen la esperanza de que sus progenitores vuelvan a estar juntos.
Mi consejo: ofrece presencia, constancia y coherencia. No intentes agradarles todo el tiempo ni ganarte su cariño con regalos o permisividad. Lo que necesitan es sentir que estás ahí, sin invadir ni exigir. Desde ese lugar, el vínculo se irá construyendo poco a poco.
El derecho a ser feliz… también en circunstancias complejas
Una idea que aparece en muchas personas que se vinculan con alguien que tiene hijos es que deben “aceptarlo todo sin quejarse”, porque ya sabían lo que había. Este pensamiento puede hacer que se silencien malestares importantes.
Estar en una relación de pareja con hijos ajenos no implica renunciar a nuestros límites, nuestras necesidades o nuestro bienestar. También tenemos derecho a expresar cuándo algo nos hace daño, cuándo necesitamos más espacio o cuándo deseamos ser más tenidos en cuenta.
La clave está en encontrar ese equilibrio entre la empatía hacia el sistema familiar existente y el respeto por nuestro propio proceso emocional. Y eso, en muchas ocasiones, se trabaja mejor con acompañamiento profesional.
¿Quieres trabajarlo conmigo? Estoy aquí para acompañarte
Si estás en una relación de pareja con hijos ajenos y sientes que hay temas que te remueven, que te cuesta encontrar tu lugar o que te gustaría construir el vínculo de forma más sana y consciente, estaré encantada de acompañarte en este proceso.
Ya sea en sesiones individuales o de pareja, te ofrezco un espacio seguro para revisar emociones, establecer límites, trabajar la comunicación y fortalecer el vínculo desde el respeto y el equilibrio.

Mariola López López
Psicóloga General Sanitaria
Grado en Psicología (UOC)
Máster Psicología General Sanitaria (Universidad Europea)
Experto universitario en Adicciones a nuevas tecnologías y drogodependencia (UNIR)
Experiencia Laboral
- Psicóloga en Serveis Atenció Terapèutica (Viladecans)
- Prácticas como psicóloga residente en en Instituto Psicológico Álvarez-Rovira (Viladecans)
- Prácticas como psicóloga residente en el Centro de Psicología de Castelldefels (Castelldefels)
- Prácticas de investigación en área psicosocial en la UOC
Formación complementaria
- Curso «Comprensión y tratamiento de la agorafobia y la crisis de angustia» (COPC).
- Curso «Terapia basada en Inteligencia Emocional» (COPC).
- Curso «Terapia de Pareja” (AEPSIS).