Soy Íñigo Prieto, psicólogo en el centro Serveis Atenció Terapèutica, donde trabajo acompañando a personas en su camino hacia el bienestar. La autoexigencia en Viladecans es un tema que trato con frecuencia en mi consulta, y sé lo difícil que puede ser lidiar con esa sensación constante de «no estar haciendo lo suficiente«.
Cuento con una formación sólida en Psicología por la Universitat de Barcelona, un Máster en Psicopedagogía por la UOC y un Máster en Psicología General Sanitaria. Mi experiencia incluye prácticas en el CSMIJ de Gavà, y trabajo como psicólogo en hospitales y centros privados. Además, he participado como investigador en psicología en la Universitat de Barcelona, lo que me ha permitido estar al día de los avances en salud mental y aplicarlos en mi práctica diaria.
En mi experiencia como psicólogo en Viladecans, una de las cuestiones que más frecuentemente me encuentro en consulta es la lucha interna que muchas personas experimentan con su propia autoexigencia. Quizá te reconozcas en esta situación: incluso cuando tu cuerpo te pide un descanso o cuando has cumplido con todas tus obligaciones del día, sientes que no has hecho lo suficiente, que podrías haber dado más. Y cuando decides tomarte un respiro, aparece una voz interna que te dice: “Estás perdiendo el tiempo” o “No mereces descansar”. Esta sensación de culpa es más común de lo que parece, y está íntimamente ligada a la autoexigencia.
Vivimos en una sociedad donde el éxito parece medirse por cuánto hacemos, logramos o producimos. Este mensaje, repetido una y otra vez, nos hace interiorizar la idea de que descansar o «hacer menos» es un signo de debilidad o fracaso. En Viladecans, donde cada vez más personas llevan un ritmo de vida acelerado, veo cómo la autoexigencia puede convertirse en un obstáculo para el bienestar. La pregunta que surge es: ¿es esta presión que nos imponemos realmente una forma de avanzar o, por el contrario, nos está haciendo daño?
¿Qué es la autoexigencia y cómo se manifiesta?
La autoexigencia no es en sí misma algo negativo. De hecho, un nivel saludable de exigencia puede motivarnos a alcanzar nuestras metas y a crecer como personas. Sin embargo, cuando esta se convierte en un motor constante de presión, comienza a tener consecuencias perjudiciales. En consulta, suelo preguntar a mis pacientes: “¿Qué te dices a ti mismo cuando no alcanzas los objetivos que te habías propuesto?”. La respuesta, a menudo, es un discurso interno lleno de críticas severas y descalificaciones.
Por ejemplo, muchos de mis pacientes en Viladecans experimentan lo que yo llamo “la trampa del todo o nada”. Es decir, sienten que si no logran un rendimiento perfecto, han fracasado por completo. Esto se manifiesta de muchas maneras: trabajar horas extra incluso cuando no es necesario, sentir culpa por disfrutar de un fin de semana libre o evitar delegar tareas por miedo a que los demás no lo hagan «tan bien como uno mismo«.
¿Por qué nos sentimos culpables por descansar?
La culpa al descansar está directamente relacionada con los valores y creencias que hemos interiorizado. Muchas veces, durante la infancia o juventud, aprendemos a asociar el valor personal con el rendimiento o los logros. Estas ideas arraigadas pueden ser difíciles de cambiar, pero no imposibles. Cuando hablo con pacientes que sufren de autoexigencia en Viladecans, trabajamos juntos para identificar de dónde vienen estas creencias. ¿Te has preguntado alguna vez qué te han enseñado sobre el descanso? Tal vez creciste en un entorno donde «no hacer nada» se consideraba perezoso o improductivo.
Además, los estándares sociales también juegan un papel importante. Las redes sociales, por ejemplo, nos muestran constantemente imágenes de personas “exitosas” que parecen estar haciendo más de lo que es humanamente posible. Esto refuerza la idea de que siempre debemos estar ocupados o «aprovechando el tiempo«. Sin embargo, descansar no es un lujo, sino una necesidad.
El costo oculto de la autoexigencia
La autoexigencia en Viladecans, como en cualquier otro lugar, puede tener consecuencias importantes en la salud mental y física. Estrés crónico, ansiedad, insomnio y fatiga son sólo algunas de las señales de que estamos llevando nuestro nivel de exigencia al extremo. También puede afectar nuestras relaciones, ya que el perfeccionismo y la necesidad de control pueden generar tensiones con las personas que nos rodean.
Uno de los ejercicios que suelo proponer en consulta es reflexionar sobre cómo el descanso puede ayudarnos a ser más eficaces, no menos. Si dedicamos tiempo a recargar energías, nuestra mente estará más clara, nuestras emociones más equilibradas y nuestro cuerpo más preparado para afrontar los desafíos diarios. Esto no es un signo de debilidad, sino de inteligencia emocional.
¿Cómo empezar a liberarte de la autoexigencia?
La buena noticia es que es posible cambiar esta dinámica. El primer paso es tomar conciencia de cómo la autoexigencia afecta tu vida. Aquí te comparto algunas estrategias que trabajo con mis pacientes:
– Cuestiona tus pensamientos automáticos: Cuando te sientas culpable por descansar, pregúntate: “¿Es realmente cierto que descansar me hace menos valioso?”. Muchas veces, estos pensamientos no se basan en hechos, sino en creencias aprendidas.
– Establece límites saludables: Aprende a decir «no» a compromisos que no sean esenciales. Esto no significa que estés siendo egoísta, sino que estás cuidando de ti mismo.
– Crea un espacio para el descanso: Reserva tiempo en tu agenda para actividades que disfrutes, sin sentirte culpable. El descanso también puede ser productivo, ya que mejora tu creatividad y energía.
– Busca apoyo profesional: Muchas veces, cambiar patrones tan arraigados requiere el acompañamiento de un profesional. Si sientes que la autoexigencia te está sobrepasando, no dudes en pedir ayuda.
Recursos relacionados con la autoexigencia
Si quieres profundizar en este tema, te recomiendo explorar algunos recursos que pueden serte de utilidad:
El libro «Deja de ser tú«, de Joe Dispenza, es una lectura valiosa para cualquiera que quiera romper con patrones de autoexigencia y perfeccionismo.
El artículo titulado «Problemas psicológicos derivados de la autoexigencia« aborda de manera clara y accesible cómo la autoexigencia puede afectar nuestra salud mental y emocional.
Por último, te comparto un podcast donde se habla sobre qué es la autoexigencia y perfeccionismo, de dónde nace la autoexigencia, cuáles son las consecuencias del perfeccionismo y cómo puedes gestionar la autoexigencia y el perfeccionismo.
Terapia para trabajar la autoexigencia en Viladecans
Si te has sentido identificado con este artículo, quiero que sepas que no estás solo. En mi consulta en el centro Serveis Atenció Terapèutica de Viladecans, he ayudado a muchas personas a lidiar con la autoexigencia y a encontrar un equilibrio saludable entre sus metas y su bienestar. Te invito a que des el primer paso hacia un cambio positivo. Juntos, trabajaremos para que puedas liberarte de esa culpa innecesaria y aprender a valorar el descanso como una parte esencial de tu vida.
Agenda tu cita hoy mismo. Estoy aquí para ayudarte.
Iñigo Prieto Moreno
Psicólogo General Sanitario y psicopedagogo
Grado en Psicología (Universitat de Barcelona)
Máster en Psicopedagogía (UOC)
Máster en Psicología General Sanitaria
Experiencia Laboral
- Psicólogo en Serveis Atenció Terapèutica (Viladecans).
- Prácticas como psicólogo clínico en CSMIJ (Gavà).
- Terapeuta ocupacional y psicólogo de planta en Hospital de Día de Anglí (Barcelona).
- Psicólogo y psicopedagogo en el centro Inventtia (Vilanova i la Geltrú).
- Investigador en psicología (Universitat de Barcelona).