Psicóloga Infantil Viladecans; Trastornos del estado de ánimo en las adolescentes
Por qué son más vulnerables que los adolescentes, y cuáles son los síntomas y señales de alerta.
¡Hola a todos! Soy Laura Valderas Perez, psicóloga especializada en salud mental adolescente, es crucial comprender por qué las adolescentes mujeres son más vulnerables a los trastornos del estado de ánimo en comparación con los adolescentes hombres. Esta disparidad se debe a una interacción compleja de factores biológicos, psicosociales y culturales.
Afortunadamente, la intervención temprana de profesionales de la salud puede marcar la diferencia. Al proporcionar apoyo y tratamiento adecuados, podemos acortar el periodo de enfermedad y aumentar la probabilidad de que estas jóvenes no se pierdan lecciones de vida importantes. Juntos, podemos trabajar para abordar estos desafíos y promover la salud mental y el bienestar de las adolescentes mujeres.
Lo que aprenderá sobre Trastornos del estado de ánimo en las adolescentes
Escrito por: Ron J. Steingard, MD
Experto clínico: Ron J. Steingard, MD
● ¿Cómo luce la depresión en las adolescentes?
● ¿Cómo luce la ansiedad en las adolescentes?
● ¿Qué tratamientos existen para las adolescentes con trastornos del estado de ánimo?
La ansiedad y la depresión
La ansiedad y la depresión ocurren tanto en hombres como en mujeres, pero en la adolescencia, las jóvenes corren mayor riesgo que los jóvenes. Antes de la pubertad, la prevalencia de los trastornos del estado de ánimo es casi la misma en niñas que en niños: del tres al cinco por ciento. Sin embargo, a la mitad de la adolescencia, las jóvenes tienen el doble de posibilidad de ser diagnosticadas con trastorno del estado de ánimo que los jóvenes, con una prevalencia en los mismos niveles que los adultos que va del 14 al 20 por ciento.
¿Por qué tanta disparidad en los trastornos del estado de ánimo?
Al analizar los escáneres cerebrales hemos aprendido que hay diferencias en el modo en que las niñas y los niños procesan los estímulos emocionales. En términos de reconocimiento emocional, ellas maduran más rápido que ellos, y esa sensibilidad puede hacerlas más vulnerables a la depresión y la ansiedad.
Es posible que estas diferencias que se manifiestan en la pubertad se puedan atribuir a ventajas evolutivas: puede que las niñas estén preparadas para percibir los estímulos emocionales más temprano, debido a que era una ventaja para alimentar a los bebés. En el caso de los hombres jóvenes, considerando su papel de cazadores y protectores de la tribu, la capacidad de respuesta emocional podría haber sido un atributo importante que no necesitaban tener.
El argumento de que las diferencias en la sensibilidad emocional vienen ya programadas es subrayado por el hecho de que, aunque la vida de las mujeres ha cambiado claramente (con muchas más mujeres viviendo una vida del tipo A: profesional, competitiva, etc.) la tasa de depresión no ha disminuido. Incluso la participación de mucho más mujeres en los deportes y en otras actividades físicas intensas no ha reducido la tasa de depresión, aunque la actividad física es importante para el bienestar emocional y una manera eficaz de ayudar a iniciar la recuperación de alguien que está deprimido.
Síntomas de depresión en adolescentes
En la depresión de adolescentes, lo que las personas suelen notar primero es que la adolescente se aparta o deja de hacer las cosas que más le gustan. Podría haber otros cambios en su estado de ánimo, incluyendo tristeza o irritabilidad. O en su comportamiento, en su apetito, nivel de energía, patrones de sueño o desempeño académico. Si varios de estos síntomas están presentes, hay que estar alerta ante la posibilidad de que se manifieste la depresión.
Esto es particularmente importante porque para el momento en que los familiares y otras personas alrededor de la adolescente se den cuenta de su falta de interés en la mayoría de las cosas, o lo que denominamos anhedonia (incapacidad de sentir placer), por lo general ya habrá pasado algún tiempo deprimida.
Hay que tener en cuenta que, de hecho, hay dos clases de depresión.
La depresión es un trastorno de internalización, es decir, uno que perturba la vida emocional del paciente, más que uno de externalización, que se manifiesta en forma de comportamiento disruptivo o problemático. Como tal, se requiere algún tiempo para que los demás la reconozcan y, con frecuencia, para que la propia paciente se dé cuenta de que su pensamiento y sus respuestas emocionales están alterados.
En el trastorno depresivo mayor (la forma más común de depresión) el conjunto de síntomas que definen la depresión se produce en lo que pueden ser episodios graves que tienden a durar de siete a nueve meses. Pero también hay otra forma de depresión llamada distimia o trastorno depresivo persistente, en el que los síntomas son más leves, pero duran más, a veces hasta años.
Por lo tanto, si bien la experiencia de la distimia puede ser menos debilitante para la joven en un momento determinado, el riesgo es que se acumulen más daños, y pase más tiempo en el que se mantiene fuera del proceso de desarrollo saludable.
Síntomas de ansiedad
La ansiedad es un sistema de adaptación normal que le permite al cuerpo darse cuenta cuándo está en peligro. Pero la ansiedad se convierte en un problema cuando no guarda proporción con la situación e interfiere con la capacidad de la persona para funcionar. Una adolescente con ansiedad podría dejar de hacer ciertas actividades porque está demasiado asustada o ansiosa, y su ansiedad no desaparece cuando alguien la consuela o tranquiliza.
Una adolescente que ha experimentado ansiedad desde la infancia puede haber construido un estilo de vida alrededor de sus ansiedades: las actividades y entornos que elige y los que descarta, las amigas con las que se siente cómoda, las expectativas y límites que ha puesto en su familia, y los amigos y maestros que acepta. Por eso, cuanto más tiempo haya vivido un niño con ansiedad, y cuando ya haya desarrollado mecanismos de afrontamiento poco saludables para manejarla, resulta más difícil tratar la ansiedad.
Por qué es esencial la intervención temprana
Cuando una niña está deprimida o ansiosa, su sufrimiento no es la única razón para ayudarla.
Además de los trastornos en sí mismos, existen otros efectos adicionales que podrían provocar dificultades a lo largo de la vida. Con la depresión viene una baja de energía y concentración limitada: dos factores que muy probablemente tendrán un impacto negativo en su funcionamiento social y académico.
Es fácil ver los efectos de un mal funcionamiento académico: quedarse rezagado en la escuela deteriora la seguridad y autoimagen de los niños, y puede afectar su futuro si se prolonga. Pero el aprendizaje social es tan importante como el aprendizaje académico en la infancia y la adolescencia. Es el momento en que una niña normalmente está aprendiendo cosas como ser una hija, una hermana, una amiga. Si experimenta depresión o ansiedad, es posible que se pierda o se retrase en este tipo crucial de aprendizaje. Estos déficits no solamente la colocan en una posición de rezago en relación con sus pares, sino que también pueden agravar la depresión o la ansiedad.
Laura Valderas Perez
Psicóloga
Grado en Psicología (UB).
Experiencia Laboral
Psicóloga en Serveis d’Atenció Terapèutica (Viladecans).
Psicóloga en Clínica Sant Jordi de Sant Andreu (Barcelona)
Formación complementaria
- Curso de Experto en Prevención e Intervención en la Conducta Suicida.
- Curso de Análisis Funcional en la Intervención Clínica.